Mientras se normaliza la provisión de combustible en todo el país, sigue latente la discusión acerca del rol de los biocombustibles en la matriz energética.
Empresas de biocombustibles piden aumentar el corte en naftas y gasoil
Desde el sector aseguran que la Argentina podría ahorrar divisas que se usan para la importación de combustibles fósiles.
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Según pudo saber Ámbito, desde el sector del biodiesel advierten que producto de la sequía (que derivó en una menor disponibilidad de materia prima) y ante una caída en los volúmenes de exportación, la capacidad ociosa local es tan elevada que se podría aumentar del 7,5% actual al 20% el corte de biodiesel en el gasoil.
Al planteo de las empresas que procesan soja y otras oleaginosas para la producción de biodiesel, se suma el que realizaron la semana pasada quienes producen bioetanol a partir del maíz o la caña de azúcar.
Oportunamente, desde la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), aseguraron que la Argentina “dilapida divisas” al aumentar las importaciones de combustibles, en lugar de incrementar el corte de bioetanol en las naftas.
La Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) reiteró el pedido de la cadena maicera para que el Gobierno habilite un mayor corte de bioetanol en las naftas argentinas, como una potencial solución al desabastecimiento de combustibles ocurrido en los últimos días.
Vale recordar que hace exactamente un año, cuando se registró un faltante de combustibles para el sector agropecuario -ante el inicio de la campaña gruesa- el Gobierno estableció que el corte obligatorio pasara de 5% a 12,5%, aunque la medida finalizó el 31 de diciembre de ese mismo año.
De acuerdo a cálculos de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Argentina cuenta con una capacidad instalada de elaboración de biodiésel de 3,5 millones de toneladas anual y genera unos 6.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos. Si el corte en gasoil creciera al 20%, las fábricas de biodiésel podrían abastecer el mercado interno y al mismo tiempo exportar.
Según pudo confirmar Ámbito, producir biodiesel para cortar el gasoil hasta un 20% implicaría volcar al mercado interno unos 2,2 millones de toneladas anuales, con el consecuente ahorro de divisas en la importación de combustible.
En el caso del etanol, una suba de 3 puntos en la mezcla de las naftas significaría una producción adicional de 300.000 m3/año de bioetanol, lo que representa unas 750.000 toneladas más de maíz industrializadas por año, con el consiguiente agregado de valor local.
Por supuesto que para lograrlo será necesario contar con la materia prima (mayormente soja) que, producto de la sequía, tiene los stocks más bajos de los últimos años. La buena noticia llega desde el cielo, porque con las lluvias que se están registrando en la región centro del país, todo parece indicar que tendremos una campaña gruesa (soja y maíz) con rendimientos cercanos a los promedios de los últimos 5 años, con lo cual se podría contar con la soja y el maíz suficiente para avanzar en una política fuerte donde los biocombustibles vuelvan a tener el protagonismo que supo darles el gobierno de Nestor Kirchner, principal impulsor de este tipo de producción de valor agregado.
Aporte al medio ambiente
Además del ahorro de divisas, la producción de bioetanol ayudaría a combatir el calentamiento global y a cumplir con los compromisos internacionales de la Argentina, en donde se compromete a una reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Argentina tiene certificado con los estándares europeos que el bioetanol y el biodiesel ahorran más de un 70% de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a la nafta fósil.
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