23 de octubre 2001 - 00:00

Esta es la peor tragedia desde que se invento la TV

Chris Cramer
Chris Cramer
Chris Cramer es el presidente de CNN Networks/ International, responsable de las cadenas de noticias y sitios web del CNN News Group fuera de los Estados Unidos. Se especializó en el sector de la industria televisiva que busca mayores entrenamientos de seguridad para periodistas y equipos trabajando en zonas de guerra y lugares peligrosos.

Antes de ingresar a CNN en abril de 1996, Cramer trabajó 25 años en la BBC de Londres, donde ascendió de reportero regional a editor de noticias y jefe de las redacciones nacionales e internacionales. Es autor del libro «Hostage» («Rehén»), testimonio de primera mano de su padecimiento como tal durante la toma de la embajada de Estados Unidos en Irán. Dialogamos con él:

Periodista: ¿Cómo lo encontró el día de los atentados?


Chris Cramer:
Yo estaba sentado junto a mis colegas en Atlanta para debatir acerca de la nueva programación, cuando recibimos la noticia del choque del primer avión, y todos los ejecutivos senior de CNN corrieron a sus respectivas salas de prensa en completo silencio. Yo estaba desgarrado por el shock, sin poder creer que era cierto, sin querer creerlo. Nada se acerca a la intensidad de esas imágenes. En mi carrera como periodista cubrí distintas historias trágicas, pero estos hechos están más allá de la comparación. Es la peor tragedia realizada por el hombre desde que se inventó la TV. El horizonte de Manhattan es una de las imágenes más simbólicas de nuestros días, y las Twin Towers eran una parte de ella. Su caída tendrá un impacto en la mente como la explosión del transbordador Challenger, el bombardeo a Lockerbie, la plaza de Tiananmen Square y la caída del muro de Berlín.

P.: ¿Cómo está afectando presupuestariamente la guerra a la cadena?


C.C.: No existen dudas de que ésta es una historia de alto precio para cubrir, y no hay un final predecible a la vista. A través de los años, CNN ha continuado invirtiendo en la construcción de nuestra presencia internacional y estableciendo negocios de afiliación, y por lo tanto no estamos obteniendo resultados tan rápido como debiéramos, pero no se puede asignar un presupuesto determinado en este tipo de situaciones de crisis.

P.. ¿Y desde el punto de vista de las pautas publicitarias?

C.C.: CNN retiró todos los anuncios comerciales de todas las señales desde el 11 de setiembre hasta 17 de setiembre, y sólo fueron reintroducidas según la discreción del cliente. Es muy pronto, para estipular cuánto nos costó esto, y hay muchas variables involucradas, incluyendo la cantidad de clientes que elegirán renovar su pauta como algunos pueden que lo hagan, mientras que otros no. Tenemos la suerte de formar parte de una empresa que nos permite gastar lo que necesitemos para cubrir la historia. Es la misma regla que usamos durante la Guerra del Golfo. Es difícil decir dónde necesitaríamos estar, pero puedo decirle que, comparado a otras señales, nuestros gastos crecientes son modestos. El punto básico es que ésta es una historia que podría continuar por meses, tal vez por años. Nuestro foco es que CNN haga lo que hace mejor: cubrir una historia global compleja.

P.: ¿Qué diferencias hay entre esta guerra y la del Golfo en cuanto a despliegue periodístico?


C.C.:
Estamos viendo un horizonte mucho más amplio, y un conjunto de relaciones y alianzas mucho más compleja. No se parece a nada de lo que el mundo ha visto con anterioridad. En término de los recursos de CNN, hemos crecido mucho desde que comenzó la Guerra del Golfo en enero de 1991. Para diciembre de 1990, CNN tenía 1.603 empleados. Ahora tenemos 4.000 aproximadamente.

P.: ¿Qué relación existe entre CNN y la cadena Al Jazeera?

C.C.: CNN ha tenido una relación corriente con Al Jazeera por muchos años. Específicamente, tenemos una relación afiliada exclusiva con ellos que nos permite usar su cobertura exclusivamente por seis horas. Como parte de este arreglo, Al Jazeera puede usar las imágenes de CNN. Nuestro arreglo con ellos no nos otorga el derecho de distribuir la cobertura de Al Jazeera a otras señales o a nuestros afiliados. Al Jazeera es uno de nuestros 200 afiliados inter-nacionales alrededor del mundo, y, como con todo el material afiliado, CNN es selectivo con las imágenes que Al Jazeera utiliza, y elige sólo material apropiado en términos editoriales.

P.: CNN ha sido siempre protagonista en los conflictos internacionales. ¿Cómo ve su situación actual en relación con otras cadenas, como la BBC inglesa, y la competencia con otros medios americanos?


C.C.:
Rechazamos la noción de CNN como protagonista de cualquier historia. El objetivo de CNN es reportar los hechos de lo que está ocurriendo, en todos los lados, y dejar al público que llegue a sus propias conclusiones. CNN no tiene una agenda ni somos propagandistas de ningún gobierno global. Es más correcto decir que la CNN reporta la historia de todos los ángulos, CNN no es un mensajero de ningún grupo o gobierno. Como un programador global, CNN tiene una gran responsabilidad hacia la audiencia de todo el mundo. Esta dimensión nos distingue de la gran parte de las organizaciones de medios de comunicación, especialmente al cubrir esta crisis.

P.: Considerando la censura de tiempos de guerra, ¿existe algún tipo de acuerdo con las demás cadenas sobre qué contenidos pueden mostrarse y cuáles evitarse?


C.C.:
No, en absoluto, nunca entraríamos en un acuerdo de esta naturaleza.

P.: ¿Cómo calificaría el trabajo del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, frente a los medios? ¿Es un buen comunicador?


C.C.:
Realmente no tengo una opinión...

P.: ¿Han aparecido voces críticas respetables a la reacción del Gobierno norteamericano?


C.C.:
Sí, por supuesto. CNN mostró la reacción de cada principal gobierno en el mundo. Desde el comienzo, transmitimos la reacción de los talibanes desde Afganistán, y nuestros corresponsales de dichos lugares como Afganistán, Pakistán, Indonesia, Irán e Iraq mostraron múltiples imágenes de gente enfurecida demostrando contra de las acciones de los Estados Unidos. El fin de semana, los talibanes invitaron a un grupo de periodistas a Afganistán en un viaje de 48 horas para que puedan filmar Khoram, un pueblo de civiles que fue bombardeado como resultado de los ataques aéreos norteamericanos. CNN fue incluida en el grupo, y nuestro equipo incluyó un corresponsal pakistaní, Mohsin Naqvi, Nic Robertson y el camarógrafo Scott McWhinnie. El grupo también se componía de periodistas de Reuters, APTN, Channel 4, una agencia de noticias pakistaní, Turkish TV y Dubai TV.

Cobertura

P.: ¿Qué cantidad de personal tiene afectado a la cobertura de la guerra?

C.C.:
Yo diría que cada periodista del equipo de CNN tuvo una parte de la cobertura de la historia. El número de países y facetas envueltas es muy numeroso. Contamos con los recursos que nos llevaron años colocar en su lugar, como las 30 oficinas fuera de los Estados Unidos y las 10 oficinas dentro de Estados Unidos. Podemos elevar la apuesta inicial levemente, pero estamos muy bien posicionados para proveer una cobertura completa. Actualmente tenemos 300 personas de CNN cubriendo esta historia fuera de los Estados Unidos. Dentro de estos periodistas, hay aproximadamente 75 personas reportando desde Asia Central y Medio Oriente, 35 en Pakistán y 13 en Afganistán.

P.: ¿Con qué apoyo cuentan los periodistas destinados a Afganistán?


C.C.:
Entre los 13 periodistas del personal de CNN en tierra afgana se incluye la parte controlada por los talibanes y el norte de Afganistán. Están allí archivando informes a lo largo de todos los servicios de CNN. También tenemos equipamiento desplegado allí. Por ejemplo, las imágenes nocturnas de color verdoso son tomadas rotundamente de la CNN y no provienen de Al Jazeera (son tomadas de un videófono a 40 millas del norte de Kabul). Además, hubo algunas imágenes tomadas de otros sitios de Afganistán. También contamos, por supuesto, con el soporte de nuestros afiliados, como Al Jazeera y Reuters.

P.: ¿Cómo prevén, periodísticamente, la posibilidad de un eventual nuevo atentado, de acuerdo con el escenario de riesgo que describió el gobierno?


C.C.:
Todo el personal de CNN está trabajando con prudencia y nos estamos asegurando de que los periodistas están preparados, instruidos, y listos para cualquier eventualidad. Estamos bien posicionados. Actualmente, estamos cubriendo la historia desde 30 oficinas, con 300 personas en la región.

P.: ¿Han recibido amenazas, correspondencia sospechosa o sobres con ántrax?


C.C.:
Por obvias razones, no voy a responder a esa pregunta. La empresa está monitoreando todos los envíos entrantes muy cuidadosamente para asegurar que se están tomando las medidas apropiadas de seguridad y salud.

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