Raúl Garello (bandoneón). Con A. Giamo (piano), A. De Lío (bajo), J. Peressini (violín), J.M. Lavandera (batería) y Ch. Ferreyra (flauta). (Club del Vino; todos los viernes).
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Hay muchísimo tango en la historia de Raúl Garello. Q uizá sus jalones más importantes sean el haber sido bandoneonista de la orquesta de Aníbal Troilo y dirigir, desde hace 25 años, la Orquesta del Tango de la Ciudad de Buenos Aires. Pero también ha desarrollado una fuerte carrera solista, al frente de distintas agrupaciones, y como compositor de temas instrumentales y cantados, especialmente en asociación con el poeta Horacio Ferrer.
Buena parte de esa rica historia se plasma en estos conciertos del Club del Vino, a la cabeza de un sexteto de muy buenos solistas y con el joven y más que prometedor cantante Esteban Riera.
Como es habitual en él, elige armar su repertorio con muchos temas de su cosecha: «Che Buenos Aires», «Buenos Aires es tu fiesta», la suite «Arlequín porteño» -en la que se lució el violinista Julio Peressini-, «Qué flor para mi truco», «Viva el tango». Pero también repasa varios clásicos, algunos poco escuchados, como «Carnaval», «Yira yira», el estupendo «Redención» de Alfredo Gobbi, «Vivelot» de Francisco De Caro, «Maipo» o una versión personal de «La cumparsita».
El músico pone el acento en las partes instrumentales, y deja que cada uno de sus compañeros tenga su espacio de lucimiento. Sin duda, lo más destacado de este repertorio que, en su mayoría, forma parte de su último disco, estuvo en « Arlequín porteño», una obra integral en tres movimientos que exhibe toda la capacidad creativa y arreglística de Garello. Pero también abre el juego a un cantor que está haciendo sus primeras armas y ya logra destacarse entre la media general. R.S.
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