El satélite de observación de la Tierra Sentinel-6B, parte del programa europeo Copernicus, fue lanzado desde la base de las Fuerzas Espaciales de EEUU, en Vandenberg, mediante un Falcon 9 de SpaceX y su objetivo se cumplió por completo.
El satélite Sentinel-6B ya está en órbita: monitorización oceánica y protección costera
Es parte del programa europeo Copernicus y fue lanzado exitosamente desde la base de las Fuerzas Espaciales de EEUU.
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El satélite Copernicus Sentinel-6B se une a su gemelo, el Copernicus Sentinel-6A Michael Freilich, lanzado en noviembre de 2020, para garantizar la continuidad de las mediciones altimétricas de alta precisión.
El satélite fue construido por Airbus Defence and Space y cuenta con altímetro Poseidon-4, desarrollado por Thales Alenia Space. Este fenómeno representa un paso importante ya que ayuda a garantizar la continuidad de los Servicios Copernicus y fortalecer la autonomía estratégica de la Unión Europea en el ámbito espacial.
Alain Fauré, director de Sistemas Espaciales de Airbus, expresó en un comunicado: "El lanzamiento de este satélite desempeñará un papel crucial en el avance de la investigación en curso, al tiempo que se aprovechan los importantes progresos ya realizados. Las mediciones precisas del nivel del mar son datos muy valiosos para ayudar a proteger las comunidades costeras y orientar la acción climática mundial".
De qué se trata la misión Copernicus Sentinel-6B
Copernicus Sentinel-6B es la misión de referencia mundial para la medición de la altura de la superficie del mar. Sus instrumentos permiten medir la altura de las olas y la velocidad del viento, información clave para predicciones oceánicas y aplicaciones marítimas. Además, se encarga de registrar perfiles verticales de la temperatura y la humedad atmosféricas.
Sentinel-6B garantizará la continuidad de los registros de datos a largo plazo, esenciales para informar las estrategias de adaptación y mitigación climática con el fin de prepararse para los impactos futuros.
El satélite se encuentra en una órbita no sincrónica con el Sol de 1.336 km con una inclinación de 66 grados, de modo que pasa por encima de diferentes lugares a diferentes horas del día y de la noche, lo que le permite medir cambios que pueden variar a lo largo de las 24 horas, como las mareas. El satélite pesa aproximadamente 1,3 toneladas.
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