28 de diciembre 2021 - 14:17

Un bar de Palermo ofrece tragos al lado de un auténtico avión de la Segunda Guerra Mundial

El nuevo emprendimiento gastronómico cuenta en su terraza con un Aero-45 que voló en Checoslovaquia. Airport se encuentra en el Palermo Botánico.

La experiencia de tomar algo al lado de un avión checoslovaco. 

La experiencia de tomar algo al lado de un avión checoslovaco. 

La última novedad en bares temáticos se encuentra en Palermo Botánico, se llama Airport, y está todo ambientado como si fuera un aeropuerto. Pero como para mostrar que no se trata sólo de ambientación, el espacio cuenta además en su terraza con un avión Aero-45, fabricado en Checoslovaquia y que, se asegura, operó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando aquel país fue aplastado en pocos días por la Alemania nazi.

La iniciativa corresponde al dueño del lugar, el chef Dante Liporace, quien junto al arquitecto Alejandro Peirano, ya habían cooperado en el diseño del bar Uptown (famoso por replicar el metro de Nueva York) y en su nuevo restaurante de mar, en Pinamar.

Esta vez, en Airport, el protagonista es un avión de guerra Aero-45 -mal llamado Skoda- que participó de la Segunda Guerra Mundial. El arquitecto consiguió la pieza en un campo ubicado en Sierra de la Ventana, donde un coleccionista lo tenía desarmado y sin uso.

“Vinieron personas re fanáticas que se pusieron a investigar sobre cuál era el avión, de dónde había salido, la serie y dónde había volado”, detalla Liporace.

“La gente va corriendo directo a sacarse la foto con el avión. Vi mucha gente apoyando sus tragos en el ala como si fuera la barra, podes ponerte al lado del avión y te quedas ahí”, comenta el ex chef de la Casa Rosada.

El avión se complementa con una gran ambientación que genera que quien lo visite pueda sentirse dentro de un aeropuerto. Baste señalar que, al entrar por la puerta sobre Cabello al 3601, recibe a los comensales una azafata detrás de un mostrador que toma las reservas como si fuese un servicio de check-in.

A continuación, un ascensor o una escalera suben al primer piso donde se abre una gran terraza decorada bajo la temática aeroportuaria: garrafas que parecen bombas, partes de avión desperdigadas, elementos de camuflaje y en enero incorporarán incluso una antena.

Además, hay un sector vip para seis personas donde los asientos son butacas como si fueran las de primera clase, la comida viene en las típicas bandejas que se usan en los vuelos y ese espacio hasta cuenta con ventanas de aviones.

En su primera jornada abierta al público, ya tuvo 40 reservas y 20 clientes que entraron cuando lo vieron al pasar. El chef pronostica que, como en otros bares en los que trabaja, si la ocupación sigue subiendo tendrá que implementar todos los días el sistema de reservas.

La realización de Airport requirió una inversión de US$90.000 y emplea actualmente a 13 personas. En sus aproximadamente 300 m², el bar tiene capacidad para 120 personas paradas, 80 sentadas y 40 asientos cubiertos, incluyendo los seis asientos del VIP.

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