Mendoza: murió el "hombre gato" que asesinó a su tía y a su madre

Gilad Gil Pereg, conocido por su comportamiento similar al de un felino en prisión, perdió la vida en un hospital penitenciario de El Sauce.

Gilad Gil Pereg falleció a los 42 años en Mendoza

Gilad Gil Pereg, conocido como el "hombre gato" por su comportamiento similar al de un felino en prisión, falleció este domingo por la noche en el hospital penitenciario El Sauce de Mendoza.

Este ingeniero electrónico israelí cumplía una condena de prisión perpetua por los asesinatos de su madre, Pyrhia Saroussy, y su tía, Lily Pereg, ocurridos en la localidad mendocina de Guaymallén en 2019.

Tenía 42 años y su muerte se produjo después de sufrir una descompensación, a pesar de los intentos médicos de reanimación que resultaron infructuosos.

Murió GIlad Gil Pereg, el "hombre gato" que asesinó a su tía y a su madre en Mendoza

Pereg fue declarado culpable en noviembre de 2021 por un jurado popular, que lo condenó de manera unánime a cadena perpetua, a pesar de sus persistentes declaraciones de inocencia y sus argumentos de que fue injustamente incriminado desde el inicio de la investigación. Durante el juicio, su peculiar comportamiento en prisión, caracterizado por maullar como un gato en su celda, atrajo la atención pública y se convirtió en parte de su perfil psicológico en el proceso judicial.

Este ingeniero electrónico israelí cumplía una condena de prisión perpetua por los asesinatos de su madre, Pyrhia Saroussy, y su tía, Lily Pereg.

El fiscal Fernando Guzzo, quien lideró la acusación, describió los crímenes como actos despiadados y subrayó la capacidad de Pereg para entender la gravedad de sus acciones, refutando la noción de que fuera inimputable debido a una presunta licantropía. Esta condición, según el psiquiatra forense Mariano Narciso Castex, fue citada en el juicio como un posible factor que afectaba la percepción de Pereg sobre su identidad humana, comparándola con casos históricos analizados por Harvard y referencias de Sigmund Freud en Tótem y Tabú.

El video inicial que mostraba a Pereg comportándose de manera animal en prisión, maullando y mostrando signos de agresividad hacia los guardias, se convirtió en un elemento clave durante el juicio, proporcionando un contexto controvertido para su perfil psicológico y su capacidad de juicio durante los crímenes cometidos.