En la vida adulta, mantenerse activo no es solo cuestión de estética o un hobby: es una pieza clave para conservar autonomía, fuerza y bienestar. El entrenamiento adecuado durante la vejez puede retrasar pérdidas funcionales, mejorar la movilidad y proteger contra enfermedades asociadas al sedentarismo.
El raro entrenamiento que resulta efectivo para mayores de 65 años: trabaja músculos olvidados
Un ejercicio útil y poco conocido para llevar una vida fitness y fortalecer partes del cuerpo no tan tenidas en cuenta.
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Un entrenamiento ideal para los adultos mayores.
Precisamente, hay ejercicios poco convencionales que están ganando atención porque actúan sobre músculos olvidados y desafiantes al sistema nervioso. Una práctica llamativa que ha sido destacada recientemente por National Geographic y replicada por medios deportivos es caminar hacia atrás. A primera vista puede parecer extraño, pero sus resultados podrían marcar una diferencia en la calidad de vida.
Caminar hacia atrás: los beneficios de este entrenamiento
Caminar hacia atrás consiste simplemente en desplazarse en reversa, reflexionando el patrón habitual de marcha. Pero esa inversión del movimiento tiene impactos notables en el cuerpo y la mente, especialmente en personas mayores:
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Activación de músculos subutilizados y alivio de las articulaciones
Al caminar en reversa, se desplaza la carga hacia rodillas y caderas de una forma diferente a la caminata tradicional. Esto implica que músculos como isquiotibiales, glúteos y estabilizadores de la cadera se ven más exigidos. Además, estudios señalan que la marcha hacia atrás ejerce menos presión directa sobre las rodillas, lo que puede ser beneficioso para personas con artrosis u otras dolencias articulares.
Mejora del equilibrio, la movilidad y la función cognitiva
Desplazarse en reversa implica forzar al cerebro a recalcular patrones de marcha, coordinación y percepción espacial. Esa exigencia extra activa conexiones neuronales, agudiza la atención y potencia la capacidad de reacción. Se ha observado que caminar hacia atrás mejora el equilibrio funcional y puede reducir el riesgo de caídas.
Mayor quema calórica e incremento de eficiencia
Aunque a ritmo equivalente, caminar hacia atrás demanda más esfuerzo metabólico: algunas investigaciones mencionan un aumento del gasto calórico en un 39 % o más comparado con la caminata hacia adelante.
Accesible y fácil de incorporar
No requiere equipamiento especial ni instalaciones sofisticadas: puede realizarse en superficies planas, pasillos amplios, pistas, o incluso en cinta caminadora (con mínimas adaptaciones). La clave es comenzar despacio, en un entorno seguro, y progresar gradualmente.
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