6 de noviembre 2025 - 17:30

Mucho mejor que caminar: el ejercicio que es cuatro veces más beneficioso para los adultos mayores

Las claves para mejorar tu rutina de entrenamiento y alcanzar una vida fitness que prolongue por más tiempo el bienestar.

Cómo llevar una vida fitness después de los 70 años.

Cómo llevar una vida fitness después de los 70 años.

Imagen: Freepik

Mantener una rutina regular de ejercicios es clave para que las personas mayores puedan conservar su bienestar, su movilidad y una buena calidad de vida. Cuando avanzamos en edad, el cuerpo necesita estímulos adecuados que ayuden a mantener la masa muscular, la densidad ósea y el equilibrio. Sin ellos, es más fácil que aparezcan caídas, rigidez articular o fatiga.

Por eso resulta especialmente importante elegir actividades que combinen eficacia, seguridad y placer para que el hábito sea sostenible. En ese marco, aunque caminar ha sido tradicionalmente aconsejado para la tercera edad, recientemente se ha detectado que andar en bicicleta es mejor que caminar.

Andar en bici
Un ejercicio más accesible y efectivo que caminar.

Un ejercicio más accesible y efectivo que caminar.

Por qué la bicicleta es mejor ejercicio que la caminata

Una de las claves por las que la bicicleta supera a la caminata para los adultos mayores está en su eficiencia biomecánica: al pedalear, las piernas describen un movimiento circular más pequeño y continuo, lo que exige menos energía que levantar el pie una y otra vez contra la gravedad al caminar.

Además, al andar en bicicleta se evita el efecto de microimpactos repetidos en rodillas, tobillos y caderas, golpes que delatan mayores pérdidas de energía al caminar y que pueden agravar el desgaste articular en edades avanzadas.

Por otra parte, la bicicleta no solo mejora la circulación y fortalece los músculos de las piernas, sino que también ayuda a mejorar el equilibrio, reducir el riesgo de caídas y favorecer la densidad ósea. Además, hay evidencia de mejora en las funciones cognitivas gracias a una mejor oxigenación cerebral.

Un entrenamiento adaptable

Lo mejor de todo es que la bicicleta puede adaptarse muy bien a las distintas capacidades de las personas mayores: no hace falta recorrer largas distancias ni subir pendientes difíciles para obtener los beneficios. Incluso basta con 20 o 30 minutos de pedaleo moderado, ya sea en una bicicleta estática, de paseo o con asistencia eléctrica.

Además, para quienes tienen movilidad reducida o sensibilidad articular, existen versiones triciclo, bicicletas con mayor estabilidad o pedaleras portátiles para usar sentado. De esta forma el ejercicio puede adaptarse al ritmo, capacidad y estado de cada persona, convirtiéndose en una actividad segura, eficiente y agradable para seguir activo con el paso del tiempo.

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