29 de septiembre 2025 - 10:50

Yogur griego: la textura que marca tendencia

El yogur griego se convirtió en un referente en las heladeras de quienes buscan combinar sabor, nutrición y versatilidad. Su textura cremosa y densa, junto con su alto contenido proteico, lo han posicionado como una opción preferida por consumidores conscientes de su salud y bienestar.

El mercado global de yogur griego ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. 

El mercado global de yogur griego ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. 

Yogur Griego es una denominación coloquial que se utiliza para yogures que se caracterizan por una consistencia más densa, cremosa y tener un mayor aporte de proteínas. Si bien en la antigua Grecia este tipo de yogures se realizaban con leche de cabra, los yogures griegos que hoy se encuentran en el mercado local y global están hechos de leche de vaca. Todos los yogures comienzan a partir de los mismos ingredientes, leche y cultivos vivos. El procedimiento para lograr un yogur griego puede variar, la consistencia se logra filtrando el yogur para concentrar su contenido o por adicción de proteínas para lograr la textura.

El mercado global de yogur griego ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. Este crecimiento se atribuye a la creciente demanda de productos lácteos ricos en proteínas y con beneficios funcionales.

Beneficios nutricionales que marcan la diferencia

El yogur griego destaca por su alto contenido de proteínas, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan mejorar su alimentación y controlar la ingesta energética. Su elevada cantidad de proteínas en el yogur griego favorece la conservación de la masa muscular y promueve mayor sensación de saciedad.

Es tan destacada la contribución del yogur griego a la salud que, según estudios del Departamento de Salud de la Universidad de Harvard[1], se convirtió en uno de los 10 mejores alimentos y de los más saludables que hoy podemos encontrar.

Además, aporta nutrientes esenciales como calcio, fósforo, magnesio y potasio, fundamentales para la salud ósea y muscular. Algunas versiones incorporan probióticos, que fortalecen la microbiota intestinal y promueven el bienestar digestivo, atributos cada vez más valorados por un público que exige más de lo que consume.

Su versatilidad en la cocina lo convierte en un ingrediente clave. Puede funcionar como base de desayunos nutritivos, como sustituto más liviano de la crema en salsas o dips, o como protagonista de postres sofisticados. Su textura cremosa permite también reemplazar la crema en distintas preparaciones, ofreciendo una alternativa más ligera y nutritiva.

Teniendo en cuenta las nuevas tendencias y las exigencias de algunos paladares, hay marcas que han desarrollado nuevas propuestas en versión “griega” más nutritivas y saciadoras que otros yogures, con más proteínas por porción y con probióticos en sus recetas.

Lejos de ser una moda pasajera, el yogur griego es cada vez más recomendado por nutricionistas, como un símbolo de la convergencia entre salud y disfrute. Su protagonismo se respalda en el crecimiento sostenido de la categoría y en la preferencia de los consumidores por alimentos con más proteína y menor contenido de azúcar. Con texturas irresistibles, beneficios nutricionales y una creciente diversidad de propuestas en el mercado, todo indica que su presencia en las mesas seguirá expandiéndose en los próximos años.

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