30 de agosto 2020 - 14:16

El gobierno de Alemania condenó por antidemocráticas las protestas ultras en su contra

El presidente Steinmeier calificó de "ataque intolerable" la irrupción de militantes de extrema derecha en la sede del parlamento durante una protesta por la gestión del coronavirus.

Los militantes de extrema derecha, en las inmediaciones del Parlamento alemán.

Los militantes de extrema derecha, en las inmediaciones del Parlamento alemán.

Foto: Europa Press

El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, condenó este domingo enérgicamente la irrupción de manifestantes en las escaleras del edificio del Reichstag, sede del Parlamento, durante las protestas de ultraderecha del sábado en Berlín contra la gestión de la pandemia de coronavirus, que congregó a unas 38.000 personas.

La presencia de "banderas del Reich (Imperio Alemán, 1871-1918) y de eslóganes de la extrema derecha frente al Bundestag (Parlamento alemán) son un ataque intolerable al corazón de nuestra democracia. Nunca aceptaremos esto", consideró Steinmeier.

"Nuestra democracia funciona", subrayó el mandatario y acotó que cualquiera que esté molesto por las medidas implementadas en Alemania a causa de la pandemia del coronavirus o dude de la necesidad de las mismas puede hacerlo, incluso manifestarse públicamente.

Las declaraciones del presidente reflejaron el estupor que generó en gran parte de la dirigencia política y la sociedad alemanas las imágenes de militantes ultras con banderas del antiguo Reich y símbolos nazis en las escaleras de la sede parlamento federal.

La intención de "tomar" el edificio había sido anunciada en las redes sociales días antes de la manifestación, por lo que la Policía desplegó 3.000 agentes.

El Reichstag fue acordonado, pero en el momento de producirse los incidentes apenas había tres agentes para contener a los manifestantes, y el grupo logró rebasar el cerco de vallas y posar en la escalinata.

Durante la manifestación también se vieron banderas negras, blancas y rojas, que históricamente corresponden al periodo del Imperio Alemán y que son utilizadas por adeptos al movimiento identitario Reichsbürger (Ciudadanos del Imperio), un colectivo de extrema derecha que no reconoce a la República Federal de Alemania y niega el Holocausto.

La Policía disolvió la manifestación, despejó la plaza frente al Reichstag y expulsó a todos los manifestantes de esa zona céntrica.

Unas 300 personas fueron arrestadas durante el día, 200 de ellas en disturbios ocurridos frente a la embajada rusa, donde unos 3.000 manifestantes del movimiento Reichsbürger y de la extrema derecha lanzaron piedras y botellas contra la Policía.

"El edificio del Reichstag es el centro de nuestra democracia. Es intolerable que lo usen extremistas y caóticos para sus fines", apuntó el ministro del Interior, el conservador Horst Seehofer.

El ministro Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Heiko Maas publicó en su cuenta de Twitter: "Es una vergüenza ver banderas del Reich ante nuestro Parlamento".

Alemania cuenta actualmente con 242.880 casos de Covid-19 desde el estallido de la pandemia y 9.300 muertes.

El Instituto Robert Koch, ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas en Alemania, informó 785 nuevos contagios en las últimas 24 horas, aunque reconoció que los números son relativos, dado que los domingos los casos notificados son menores.

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