15 de junio 2025 - 12:51

Cumbre del G7 con Donald Trump: menos clima y género, con foco en los aranceles y el conflicto en Medio Oriente

En medio del recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente se reúnen en Canadá los mandatarios de las principales economías del mundo, con nuevo menú de prioridades.

Con relación a Asia, se espera que los líderes del G7 expresen su preocupación por el aumento de las tensiones en los mares de China.

Con relación a Asia, se espera que los líderes del G7 expresen su preocupación por el aumento de las tensiones en los mares de China.

Comienza la Cumbre de los países del Grupo de los Siete (G7) en Canadá, celebrando su 50° aniversario, y la primera de Donald Trump desde que retornó a la presidencia de EEUU. Pero esta vez se encontrará, no solo con la escalada bélica entre Israel e Irán en el menú sino con una agenda diferente respecto a años anteriores, donde el país anfitrión está dejando de lado la acción climática y la igualdad de género, temas que antes eran centrales en la cumbre.

Para los expertos del Consejo Atlántico se trata de una cumbre de alto riesgo entre las cumbres de alto nivel. Esta vez los líderes de G7 (EEUU, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Reino Unido, más de la mitad del PBI mundial) se reunirán en el resort de las Montañas Rocosas de Kananaskis, Alberta, para celebrar la quincuagésima reunión del grupo creado en 1975, en ese entonces Grupo de los Seis (G6) que celebró su primera reunión en Francia en medio de las crisis de los precios del petróleo y las consecuencias financieras de la decisión del entonces presidente estadounidense Richard Nixon de eliminar el dólar del patrón oro.

En los últimos años, el G7 se ha unido en torno a la coordinación de sanciones a Rusia, el apoyo a la reconstrucción de Ucrania y la respuesta al exceso de capacidad manufacturera china, pero 2025 viene con nuevos desafíos, incluida una guerra comercial en curso entre los miembros del grupo, que pondrá a prueba la determinación y la razón de ser de la agrupación, según estos expertos.

En este marco, el G7 que se formó hace cincuenta años para que las democracias de las economías avanzadas del mundo pudieran alinearse ante los desafíos económicos y geopolíticos compartidos, ahora debe replantearse qué ocurre cuando la causa de la inestabilidad proviene del interior del grupo. Esa es la pregunta que se plantean los líderes reunidos en Kananaskis. Por ello, el analista Josh Lipsky, destaca que encima Trump aún está conociendo a algunos de sus nuevos colegas, entre ellos el canciller alemán, Friedrich Merz; el primer ministro británico, Keir Starmer; el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba; y el anfitrión de la cumbre, el primer ministro canadiense, Mark Carney.

Según Lipsky, Trump intentará coordinar al grupo contra la coerción económica de China, sin embargo, el resto de los líderes podrían afirmar que este tipo de coordinación, que es la base del funcionamiento del G7, sería más fácil si no impusiera aranceles a sus aliados.

Los temas que se debatirán en la Cumbre del G7

Para Emel Akan, corresponsal en la Casa Blanca de The Epoch Times, la reunión priorizará temas como la seguridad energética, la inteligencia artificial (IA), las cadenas de suministro de minerales críticos y la estabilidad económica global, lo que refleja un cambio en las prioridades impulsado por el regreso de Trump y un enfoque renovado en la misión original del G7. Las tensiones comerciales, intensificadas por los recientes aranceles estadounidenses, junto con crisis geopolíticas como la escalada entre Israel e Irán, la guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto de Gaza, también serán temas clave en las discusiones de los líderes.

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La imposición de aranceles de EEUU a sus aliados será uno de los temas a discutir.

La imposición de aranceles de EEUU a sus aliados será uno de los temas a discutir.

Señala Akan que muchos creen que Mark Carney, como anfitrión, está adoptando un enfoque pragmático para garantizar que la reunión aborde los desafíos más urgentes que resuenan en todos los países miembros, ya que, según Paul Samson del CIGI, un "think tank" canadiense, si se plantean temas como el cambio climático o el género, es poco probable que los líderes vayan más allá de los acuerdos existentes o asuman nuevos compromisos. Muchas organizaciones e incluso algunos países esperan nuevos compromisos en materia de género y clima, “pero eso no va a suceder en esta mesa, ni siquiera podrían incluirlo en el comunicado con el presidente Trump allí”, señaló.

Según cuenta Akan, un funcionario de la Casa Blanca le manifestó que aplaudían que el enfoque de vuelta a lo básico que los canadienses habían adoptado en el G7, centrándose en cuestiones económicas fundamentales y en cuestiones viables donde el G7 puede tener un impacto significativo y medible.

La agenda de la Cumbre

Las prioridades de Canadá para la cumbre de este año se centran en tres áreas principales:

  • La primera es proteger a las comunidades y al mundo abordando cuestiones como la injerencia extranjera y la delincuencia transnacional, según la agenda, y mejorando las respuestas conjuntas a los incendios forestales.
  • La segunda prioridad es mejorar la seguridad energética y acelerar el uso de la IA y las tecnologías cuánticas. Esto implica fortalecer las cadenas de suministro de minerales críticos.
  • Por último, Canadá pretende debatir futuras asociaciones aumentando la inversión privada en infraestructura, creando empleos bien remunerados y abriendo mercados dinámicos. “La Cumbre de Líderes del G7 en Kananaskis es un momento para que Canadá colabore con socios confiables para afrontar los desafíos con unidad, determinación y fuerza”, declaró Carney. “Canadá está listo para liderar”.

Según Samon, los líderes se centrarán en áreas donde es posible encontrar puntos en común, en particular en torno a las cadenas de suministro de energía y cómo impulsar la revolución de la IA y los datos. Las conversaciones podrían incluir proyectos conjuntos, centros de datos compartidos y maneras de fortalecer las cadenas de suministro, posiblemente a través de socios como India.

Por su parte, Caitlin Welsh, del CSIS y ex funcionaria de Trump, recuerda que la primera administración del líder republicano creía que el G7 se había desviado de su misión original al centrarse demasiado en cuestiones controvertidas. En una reciente conferencia de prensa del CSIS, dijo que la agenda de este año parece estar alineada con la misión original del G7 de promover la estabilidad y el crecimiento económico mundial: “Se puede notar la ausencia de términos como cambio climático, género y otros temas en la agenda de esta cumbre de líderes. Esta lista de prioridades me indica que Canadá conoce a su público”.

La última vez que Canadá fue el centro de la Cumbre del G7: qué dice la historia

Cabe recordar que la última vez que Canadá albergó la cumbre del G7 fue en 2018, durante el primer mandato de Trump, las relaciones entre el entonces primer ministro Justin Trudeau y el estadounidense fueron notablemente tensas. Ankan destaca que la cumbre en Charlevoix, Quebec, concluyó con un aumento de las tensiones comerciales, Trump se retiró antes de tiempo y se negó a respaldar el comunicado conjunto. Fue la primera vez en la historia del G7 que la declaración final no contó con el respaldo unánime de todos los líderes.

Al respecto, muchos recuerdan una fotografía ampliamente difundida de la cumbre de 2018 que capturó la tensión del momento con la entonces canciller alemana, Angela Merkel, inclinada sobre una mesa, hablando con Trump, quien estaba sentado con los brazos cruzados y mirándola. “Para la mayoría de los líderes europeos, los incentivos políticos realmente no existen para crear una especie de confrontación con Trump”, consideró Max Bergmann del CSIS. Como se ha visto en los últimos meses, se espera que la mayoría de los líderes adopten un enfoque cordial similar al de sus reuniones individuales con Trump en la Casa Blanca, dijo.

Con relación a Asia, se espera que los líderes expresen su preocupación por el aumento de las tensiones en los mares de China Oriental y Meridional, así como por el continuo desarrollo militar de China. Como en años anteriores, probablemente enfatizarán lo que el G7 ha señalado como la necesidad de "paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán". Según Samon, China será un tema recurrente en las discusiones de la cumbre, aunque no se mencione en el comunicado final. Señaló que temas clave de la agenda, como la delincuencia transnacional, los minerales críticos y las tecnologías avanzadas, están diseñados para contrarrestar la reciente influencia global del régimen chino.

De todos modos, las interacciones de Carney con Trump atraerán mucha atención, sobre todo en medio de las tensiones comerciales. Estados Unidos duplicó recientemente los aranceles al acero y al aluminio, alegando la avalancha de metales chinos de bajo costo en los mercados globales. Trump también ha presionado a Canadá y México sobre el tráfico de fentanilo y ha sugerido que Canadá debería convertirse en el 51° estado de Estados Unidos en obtener protección gratuita de “cúpula dorada”, un sistema de defensa propuesto de múltiples capas.

A diferencia de las medidas de represalia de años anteriores, Carney ha adoptado un enfoque mesurado, eximiendo ciertos productos de aranceles compensatorios para proteger a las empresas y consumidores canadienses del aumento de los costos. También mantiene conversaciones directas con Trump para concretar un acuerdo comercial, según medios canadienses. Si bien no se ha concretado ningún acuerdo, aún queda por ver si se alcanzará uno antes de que Carney y Trump se reúnan personalmente al margen de la cumbre.

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