9 de marzo 2005 - 00:00

El Congreso rechazó la renuncia de Mesa en Bolivia

Un acuerdo político firmado entre el gobierno y las principales bancadas del Congreso -excepto el Movimiento al Socialismo del cocalero Evo Morales-llevó anoche a la ratificación de Carlos Mesa como presidente de Bolivia. El rechazo a su renuncia fue votado por unanimidad. El acuerdo, trabajosamente logrado, sienta las bases de una nueva ley de hidrocarburos que vela por los intereses del Estado y por la continuidad de las inversiones extranjeras "para asegurar las exportaciones comprometidas", según dijo el fortalecido mandatario en un discurso ante el Congreso. Este punto es crucial para la Argentina, que depende del gas boliviano para no volver a caer en una crisis energética. El entendimiento establece, además, la elección directa de los gobernadores, llama a una Asamblea Constituyente y propone un referendo para dar autonomía a las regiones. Finalmente, Mesa logró unificar a casi todo el arco político contra Morales, cuyo partido -cada vez más radicalizado y ahora aislado-anunció anoche el recrudecimiento de los piquetes y de las protestas.

Miles de manifestantes se volcaron a las calles de Bolivia pidiendo que no se le acepte la renuncia a Mesa.
Miles de manifestantes se volcaron a las calles de Bolivia pidiendo que no se le acepte la renuncia a Mesa.
La Paz (EFE, Reuters, ANSA, AFP, DPA) - El Congreso de Bolivia rechazó anoche por unanimidad la renuncia del presidente Carlos Mesa, que había sido presentada el lunes. La sesión extraordinaria, a la que asistieron los 130 diputados y los 27 senadores, comenzó con cinco horas de retraso a causa de las intensas negociaciones entre Mesa y los líderes de los grupos parlamentarios para lograr un acuerdo político destinado a aliviar la crisis en la que está sumido ese país.

Ese acuerdo fue rubricado por todas las fuerzas con representación en el Congreso, a excepción del Movimiento al Socialismo (MAS), dirigido por el líder cocalero Evo Morales, y el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP), segunda y quinta fuerzas, respectivamente, más representadas en el Parlamento. Al cierre de esta edición el propio Mesa concurrió al Congreso y firmó el pacto con los líderes legislativos.

El entendimiento, de cuatro puntos, postula la aprobación «a la brevedad posible» de una ley de hidrocarburos «que garantice el máximo beneficio para el Estado boliviano» y la continuidad de las inversiones en el sector.
Además, avanza sobre la elección de los gobernadores por voto popular y sobre el llamado a un referendo para dar autonomía a las regiones, pregona una política de «producción e inclusión social», llama a una Asamblea Constituyente y pide el cese de los bloqueos de caminos.

En su discurso ante el pleno del Congreso, el fortalecido presidente aseguró que la nueva ley de hidrocarburos «respetará los resultados del referendo» sobre la cuestión, realizado el año pasado.
Agregó que ésta respetará las inversiones extranjeras, «que son bienvenidas», y el « cumplimiento de las exportaciones» comprometidas por su país. Esta fue una alusión particularmente importante para la Argentina, que depende de las compras de gas de ese origen.

En medio de los aplausos de los legisladores, Mesa convocó para mañana a una manifestación en rechazo de los piquetes y cortes de rutas impulsados por el MAS de Evo Morales, que ahora ve cómo la casi totalidad del sistema político se ha alineado en su contra. Sin embargo, en un gesto hacia la población indígena, el mandatario pidió a los ciudadanos que eviten toda expresión racista durante la movilización.

• «No firmamos»

«No vamos a firmar el documento que se pretende entre todas las bancadas», dijo el portavoz parlamentario del MAS, Santos Ramírez, luego de que el delegado de ese partido abandonara una reunión de casi seis horas desde la que se había anunciado previamente el acuerdo.

Ramírez señaló que el MAS -que rechazó la renuncia presidencial como todas las otras bancadas- no aceptó la exigencia gubernamental de suavizar las cargas tributarias impuestas a las empresas petroleras contempladas en una ley de hidrocarburos ya parcialmente aprobada por la Cámara de Diputados, que las eleva de 18% a 50%.

«Hemos decidido rechazar ese acuerdo entre el gobierno y los representantes de los partidos neoliberales, por lo cual mañana (por hoy) haremos un acuerdo con todas las organizaciones sociales para continuar con las protestas contra la política neoliberal»,
amenazó el diputado Santos Ramírez, poniendo dudas sobre el éxito del acuerdo político.

Entre 3.000 y 4.000 seguidores del presidente Mesa se mantenían concentrados a las puertas del Congreso. El Ministerio de Gobierno (Interior) extremó las medidas de seguridad en la zona para evitar incidentes.

Durante la tarde, la dirigencia vecinal de El Alto anunció el cese parcial de los cortes de ruta a partir de hoy, lo que permitirá la reanudación del tráfico hacia el interior del país y hacia la frontera boliviana con Chile y Perú.

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