11 de mayo 2010 - 21:53

El Papa sobre el escándalo de los abusos: "El perdón no reemplaza a la justicia"

El Papa, al arribar a Portugal.
El Papa, al arribar a Portugal.
El papa Benedicto XVI pronunció al llegar a Portugal una dura condena de los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia y reconoció que la mayor persecución que sufre la institución no viene de los enemigos de "afuera" sino de sus "propios pecados".

Antes de aterrizar en Lisboa, primera etapa de su viaje de cuatro días que lo conducirá a Fátima y Oporto, el Papa aseguró ante los periodistas que lo acompañan en el vuelo, que es "realmente terrible" el "sufrimiento" actual que padece la Iglesia por "sus propios pecados".

Interrogado sobre los escándalos de pedofilia que involucran a muchos sacerdotes, el pontífice admitió que "hoy en día las mayores persecuciones que padece la Iglesia no provienen de afuera sino de sus propios pecados", afirmó.

El Papa anunció claramente que la Iglesia no tolerará más ese fenómeno, el cual será castigado además por la justicia.

"El perdón no reemplaza a la justicia", dijo al responder a los periodistas sobre las medidas que la Iglesia aplicará contra los sacerdotes que hayan abusado sexualmente de menores y que incluyen el juicio ordinario.

El pontífice, que desde hace varios meses debe hacer frente a una serie de denuncias por el encubrimiento durante décadas en la Iglesia católica de los curas pedófilos, enumeró "las respuestas que la Iglesia debe dar".

Benedicto XVI mencionó la "penitencia, la oración, la aceptación, pero también la necesidad de justicia, porque el perdón no reemplaza a la justicia", dijo.

El jefe de la Iglesia católica condenó también indirectamente a quienes acusan a los medios de comunicación de instrumentalizar el escándalo de pedofilia, entre ellos varios cardenales, al admitir que el "mal está adentro" de la institución.

El Papa fue recibido en el aeropuerto por el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva, quien deberá firmar en pocos días la ley que legalizará el matrimonio homosexual.

"Ubicada en la Historia, la Iglesia está dispuesta a colaborar con aquel que no marginalice o no reduzca a la esfera privada la consideración esencial del sentido humano de la vida", advirtió el Papa.

Justo antes, el jefe de Estado luso, católico practicante, había recordado que en Portugal, "la separación entre la Iglesia y el Estado convive con las marcas profundas de la herencia cristiana".

En la tarde el Papa celebró una misa multitudinaria al aire libre en la inmensa plaza Terreiro do Paco de la capital, a orillas del Tajo.

Al menos unas 70.000 personas participaron en la solemne ceremonia organizada poco antes del atardecer bajo un cielo claro y una temperatura primaveral de 17 grados.

El Papa llegó en papamóvil con sotana blanca y una muceta blanca ribeteada de piel de armiño, la cual solían usar los pontífices en el pasado para cubrirse del viento y el frío.

Los católicos portugueses se han volcado para mostrar al Papa su apoyo pese a los escándalos por pedofilia en Europa.

El miércoles y el jueves, el Papa visitará el santuario de Fátima, símbolo del Portugal católico. Allí se esperan las mayores concentraciones de feligreses. El Episcopado portugués prevé la llegada de 300.000 a 500.000 personas.

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