24 de octubre 2008 - 00:00

Livni no logra formar coalición y se podrían adelantar las elecciones en Israel

Tzipi Livni
Tzipi Livni
Tel Aviv (ANSA).- La premier encargada israelí, Tzipi Livni (Kadima), registró un claro fracaso cuando el partido ortodoxo sefardita Shas informó ayer que no permanecerá en la coalición de gobierno cuando asuma en lugar del premier renunciante, Ehud Olmert.

Hace un mes, con la victoria en las primarias de Kadima, Livni tuvo su momento de mayor popularidad, pero ahora tras semanas de tratativas con laboristas y partidos menores se encuentra ante una encrucijada compleja: puede formar un gobierno restringido o informar al jefe de Estado, Shimon Peres, que fracasó en su objetivo de constituir una nueva coalición.

En este último caso es previsible que la legislatura se disuelva con dos años de anticipación y que Peres anuncie las elecciones que deberán desarrollarse antes de tres meses.

Ovadia Ossef, un rabino de 87 años que desde hace 20 es el guía espiritual del partido ortodoxo y proletario Shas, fue quien la puso en esa situación difícil.

En las primeras horas de ayer convocó a su casa de Jerusalén a la dirección política del partido.

Concluidas las plegarias se pusieron sobre la mesa las últimas propuestas de Livni sobre dos cuestiones vitales para Shas: la asistencia a los sectores más pobres y la exclusión de Jerusalén de cualquier futura negociación Palestina.

Las posiciones de Livni no resultaron atractivas y luego de una serie de conversaciones telefónicas con los miembros del Consejo de Sabios de la Biblia se decidió que Shas permanezca fuera del gobierno de Livni.

Livni esperaba anunciar la formación de un gobierno el lunes con la reapertura del Knesset (parlamento), tras la pausa estival.

Sus colaboradores dicen que se puede llegar a un acuerdo de última instancia con Shas, pero la sensación es que el dirigente de la oposición de derecha, Benyamin Netanyahu (Likud), hizo atractivas propuestas, tanto que en caso de elecciones anticipadas saldría vencedor, según los últimos sondeos.

Además en Kadima, el número dos del partido, Shaul Mofaz, derrotado en las primarias, trabaja contra Livni obstaculizándola de distintas maneras.

La toma de posición de ayer de Shas encierra para Livni otro dilema: ablandar posiciones con los ortodoxos lo que terminaría haciéndole perder credibilidad, o mantener una actitud firme que podría llevar a regalarle el poder a Netanyahu.

Frente a esta alternativa, el gobierno restringido parece ser la última carta a jugar.

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