¿Por qué nos enamoramos? ¿Hasta Cupido tuvo que reinventarse?
San Valentín y algunas historias de amores posibles (e imposibles)
¿Qué efectos han generado los largos meses de encierro, la convivencia obligada y las angustias derivadas de la pandemia? ¿Cómo es enamorarse o buscar pareja en estos tiempos?
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En todos los seres humanos existen condicionamientos inconscientes ligados a la historia familiar, a las formas de crianza, a las vicisitudes amorosas de los ancestros, que los llevan a elegir a determinadas personas y no a otras. Pero además estamos inmersos en una trama social que “nos construye” en función de lo que sucede en nuestro tiempo, lo que hace del Amor también una construcción epocal.
Cabría preguntarnos cuál es el impacto de la “era del COVID-19” en los vínculos amorosos. ¿Qué efectos han generado los largos meses de encierro, la convivencia obligada y las angustias derivadas de la pandemia? ¿Cómo es enamorarse o buscar pareja en estos tiempos?
Algo que ha quedado bien en claro es que aún en medio de la enfermedad y la muerte las personas no han cesado de buscar pareja. Se pusieron en marcha recursos virtuales y en algunos lugares explotaron las app de citas. Ante el estado de vulnerabilidad pareciera que el apego pasó a tener una importancia crucial. Una de las sensaciones más anheladas en estos tiempos ha sido la de sentirse acompañado y ¿por qué no?...amado.
Hasta Cupido tuvo que “reinventarse” y circular por redes sociales y aplicaciones de citas, más atareado que nunca... En algunos casos, cuando el encierro estricto tornó a los amores en “imposibles”, muchos se rebelaron, rompiendo las reglas del aislamiento. Otros dieron espacio a la fantasía y al extrañar, como afectos inéditos con los cuales se aprendió a convivir sin desfallecer.
El estado de enamoramiento ha sido comparado por Sigmund Freud con la hipnosis, por la sensación de intensa idealización que conlleva y el predominio de la necesidad de fusión con el otro. Se lo considera el prototipo “normal” de la locura. Se dice que el enamorado se “enceguece” debido a que imagina que el elegido colmará todas sus expectativas. Si bien es un espejismo -y un estado transitorio-, parece ser un paso fundamental y necesario en la construcción de una pareja.
Cuando el amor desemboca en una relación “institucional” -o elección conyugal- permite el armado de un proyecto - un “nosotros”- sobre el cual recaen fuertes cargas de idealidad.
Se trata de un sistema de organización cuyo cumplimiento, entre otras cosas, produce la satisfacción de adecuarse al ideal social imperante. Los partenaires no sólo se prometen fidelidad entre ellos, sino también al contrato que establece la cultura.
Sin embargo, el Amor tiene algo de locura y de transgresión. Dice Eduardo Cárdenas (ex Juez de familia) que siempre ha habido y habrá pugna entre el Amor y las reglas, porque ambos se necesitan mutuamente y son formas imprescindibles para el decurso de la vida humana. Considera que siempre existieron y existirán amores “institucionales” y amores “fuera de la ley”.
Testimonio de ello son algunas historias que se han hecho famosas. Mariquita Sánchez, por ejemplo, defendió su amor por su primo, el oficial naval Martín Thomson. Resistió las presiones de sus padres quienes pretendían casarla con un candidato de mayor edad y fortuna. Recluída por éstos en un convento, recurrió por escrito al virrey Sobremonte, logró que éste ordenara su liberación y autorizara -contrariando las costumbres y normas de la época- el casamiento deseado por la joven.
El sacerdote tucumano Ladislao Gutiérrez y Camila O´Gorman -cuya trágica pasión fue llevada al cine- se enamoraron, huyeron juntos y fueron apresados y fusilados por orden de Rosas en cumplimiento de la legislación de ese entonces.
María Josefa Ezcurra fue “casada” con un primo por su familia, a pesar de estar enamorada de Manuel Belgrano. Recién cuando fue abandonada por su esposo, decidió acompañar a Belgrano, quien estaba al frente del ejército del Norte y allí quedó embarazada de éste, dando a luz a un niño que luego fue adoptado por Juan Manuel de Rosas y que recién a los 18 años conoció su verdadera identidad.
Hoy en día las fronteras se van corriendo y tornando borrosas. Parecería abrirse paso una concepción que tiene cada vez más en cuenta la voluntad y los deseos de las personas. Estos últimos tiempos de conmoción mundial han puesto de manifiesto la utopía de pretender controlar las vicisitudes de la vida afectiva y sexual de los seres humanos.
El psicoanálisis nos ha enseñado que es necesario amar para no enfermar. Comprobamos que la necesidad de sobrevivir también activa a las pasiones y que el Amor se abre camino, aún en las circunstancias más extremas.
Psicoanalista. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Especialista en familias, parejas y grupos. Autora del libro “La familia y la ley. Conflictos-Transformaciones”.
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