13 de octubre 2021 - 00:00

“Arrepentido” Wagner terminó ayudando a Báez y desmintió “desvíos” en Santa Cruz

Evitó autoincriminarse, pero justificó anticipos financieros, licitación con ventajas para Austral por ser local y desmintió cualquier irregularidad en obras.

Lázaro Báez.

Lázaro Báez.

Imagen: Wikipedia

El mundo de los negocios y la política se había revolucionado con la noticia de alto impacto, cuando el 1 de agosto de 2018 el poderoso empresario de la construcción Carlos Guillermo Enrique Wagner era detenido por orden del juez Claudio Bonadio. Nueve días después, el 10 de agosto, se homologaba su declaración como arrepentido y recuperaba su libertad. El ingeniero civil y presidente de la Cámara Argentina de la Construcción entre los años 2004 y 2012 había “prendido el ventilador” al mencionar un presunto circuito de coimas y corrupción en torno de la obra pública.

Sin embargo, ayer, a pedido de la defensa de Cristina de Kirchner y a pesar de varios intentos por evitarlo, tuvo que declarar bajo juramento de decir verdad ante el Tribunal Oral Federal Número 2. En esta oportunidad, dijo que no hubo irregularidades en las licitaciones de Santa Cruz; que los anticipos financieros son “fundamentales” y benefician al Estado; desmintió “aprietes” en la compra de la empresa Kank y Costilla por parte de Austral y dijo que todas las contratistas que están radicadas en una determinada provincia siempre presentan “ventajas competitivas” respecto de las que tienen asiento en otro distrito.

En una audiencia cargada de oposiciones y objeciones, el dueño de Esuco SRL debió hacer equilibrio por la peligrosa cornisa de la autoincriminación. Al igual que su antecesor, Juan Chediack, la palabra de Wagner no sólo no pudo ser capitalizada por la acusación sino que, incluso, las defensas obtuvieron elementos contundentes a su favor.

Ante una consulta del abogado de Cristina de Kirchner, Carlos Beraldi, Wagner, cuya empresa participó de diez licitaciones en Santa Cruz, dijo que no hubo ninguna particularidad en las licitaciones de esa provincia. “¿En las licitaciones que perdió notó alguna irregularidad?” “No”, respondió el testigo.

Según la normativa, los participantes de las compulsas pueden impugnar una licitación en caso de detectar alguna irregularidad. Por eso, Beraldi preguntó “si alguna vez impugnó una licitación en Santa Cruz”. “No”, dijo el empresario.

Ventajas competitivas

Wagner ratificó, además, el argumento de las defensas que aseguran que Báez obtuvo la mayoría de las obras de Santa Cruz ya que Austral estaba radicada en esa provincia, por lo que tenía costos más bajos y podía hacer una mejor oferta que el resto. En ese sentido habló de la habitualidad de una “ventaja competitiva realmente importante” en las licitaciones por parte de las firmas que están establecidas en una determinada provincia. Según explicó es porque conocen el terreno y los costos para trasladar maquinaria y personal son muy onerosos, elementos que encarecen la ofertas.

Anticipos financieros

Al igual que todos los testigos que ya pasaron por este juicio, Wagner descartó que los anticipos financieros escondan beneficios para las empresas, como asegura la acusación. Afirmó que “son fundamentales los anticipos financieros” para poder iniciar la obra. Y detalló que esos anticipos de dinero se descuentan luego del total, por lo que es imposible que sean utilizados para desviar fondos.

Pero, además, aseguró que el mecanismo es beneficioso para el Estado al explicar que si no obtienen anticipos financieros las empresas tienen que pedir un préstamo al banco para iniciar las obras, por lo que suman costo de financiamiento que luego es incluido en la oferta. Por lo que cuando hay anticipos de dinero el que se beneficia es el comitente, es decir, el Estado, ya que eso baja mucho los costos.

Aprietes

En otro pasaje de su testimonio, Wagner fue consultado por lo supuestos aprietes por parte de Austral para comprar la empresa Kank y Costilla. La acusación sostiene que Báez se adueñó en forma irregular de la firma de sus competidores. Sin embargo esto ya fue desmentido en el juicio por los ex dueños de la compañía y ahora también por Wagner.

UTES

Otro de los puntos sobresalientes de los dichos de Wagner fue la mención a la habitualidad de la Unidad Transitoria de Empresas para realizar obras de envergadura. La acusación asegura que la utilización de UTES era para ocultar a los verdaderos ejecutores de las obras. Sin embargo, el empresario advirtió que es algo habitual en todo el país, ya que simplifica la operatividad. De esta manera, una vez más, casi todos los ejes de la hipótesis delictiva fueron derribados por un testigo que, ante la dupla Bonadio-Stornelli había hablado de corrupción, pero bajo juramento nada de aquellos dichos de 2018 fue ratificado.

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