El ranking ATP de doble ofrece un dato curioso. Ninguno de los Top 10 es menor a 31 años. Incluso, el primer Sub 30 del escalafón es el polaco Jan Zielinski, número 18 y de 26 años. El último ingreso al selecto grupo de los mejores del mundo es el tandilense Máximo González, el “pibe de 40” del tenis argentino.
"Machi" González, el "pibe de 40" del tenis que llegó al Top 10 en el doble y va por más
El tandilense llegó a un nuevo hito en su carrera y ahora apunta todos los cañones a llegar al Masters de fin de año. "Es muy lindo que llegue un año así a mi edad", sostuvo para Ámbito.
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El “pibe de 40” fue acuñado por Emanuel Ginóbili hacia el final de su carrera, pero bien le queda el sayo a “Machi”, que vive el mejor momento de su carrera profesión al aterrizar en las cuatro décadas. Sonríe, pese a escuchar “ya no son chicos”.
En lo que va de 2023, ganó cinco títulos, todos junto a Andrés Molteni, incluido el Masters 1000 de Cincinnati. Ambos conforman la dupla que enfrentará a Lituania este sábado y domingo por el repechaje del Grupo Mundial 1 de la Copa Davis. Serán de temer: ocupan la cuarta posición en la carrera hacia las ATP Finals de Turín que se disputarán en noviembre.
“A esta edad, todo esto es un premio al trabajo que vengo haciendo hace tantos años, a resistir cosas malas, seguir luchando por un sueño. Si no se daba, igual iba a estar tranquilo con mi carrera”, suelta el flamante número 10 del mundo para Ámbito. Es el tercer Top 10 de la historia Argentina: “Molto” alcanzó el puesto 7 hace tres semanas (ahora es 9) y Horacio Zeballos llegó a ser el N°3.
“Machi” no le esquiva a los 40, se ríe, acomoda las ideas y filosofa. Después de sacrificios, avatares y un 2022 “malo, con cosas personales, me quedé sin compañero”, el tandilense reflexiona que “es muy lindo que llegue un año así a esta edad”.
A saber: a lo largo de esta temporada, la dupla albiceleste levantó los trofeos de Córdoba (ATP 250), Río de Janeiro, Barcelona, Washington (ATP 500) y Cincinnati (M1000). Además, llegaron a cuartos en Roland Garros y el US Open. Eso los catapultó al cuarto lugar del ranking que determina la clasificación al Masters de fin de año de Turín.
La pregunta obvia es cuán pendientes están de la clasificación a las ATP Finals, si las observan con recelo o se enfocan en el día a día. Y González lejos está de ponerse el cassette: “Lo miro bastante directo, no de reojo, jaja. Tengo los dos ojos enfocados ahí. Desde que juego el doble siempre mi objetivo fue el Masters. Estuve hace dos años como la primera pareja suplente; me gustó mucho lo que viví sin poder competir. Es el único torneo que me falta jugar. Sería un premio muy lindo para mi carrera”.
“Creo que la experiencia también hace que llegue. Uno lo toma diferente. Con Andrés nos conocemos mucho desde chicos, entrenamos mucho, y eso lo volcamos a la cancha”, describe. La conformación de la dupla llegó en forma inesperada.
En los últimos años ambos tuvieron diversos cambios de compañeros. Y si bien no competían juntos, compartían entrenamientos en forma casi permanente. Todo cambió a finales de 2022, cuando ambos decidieron juntarse y ganaron el torneo de Gijón.
“Nos llevamos bien, trabajamos mucho, acá en Argentina, todo eso dio resultado este año”, apunta el ganador de 17 títulos en la especialidad. La aventura comenzó en Oceanía; luego llegó la primera consagración en un 250 y casi en continuado en un 500, y la rueda no se detuvo más hasta consolidarse en la elite. “Hoy sentimos que jugamos contra las mejores parejas, que decíamos ‘a ver cómo nos va con ellos’ y les ganamos”, sostiene.
En el tenis del presente conviven tanto los jóvenes súper poderosos representados por Carlos Alcaraz como “la vieja guardia”, emblemas del circuito como Novak Djokovic, Stan Wawrinka o Andy Murray que, pese a los años, transcienden a la edad y la leyenda. Para “Machi”, el factor determinante son los equipos de trabajo que hacen “que uno esté más sano”.
“Se estiró mucho la carrera por el trabajo de kinesiólogos, preparadores físicos. Hace 20 años veías muy pocos kinesiólogos o preparadores viajando. Es más, hasta se compartían entrenadores. Eso le hizo muy bien al tenis. Es muy raro que hoy veas a los top y que no tengan un equipo completo. Y cada torneo también te pone esos profesionales. Eso hace que uno esté mucho mejor físicamente y que pueda seguir jugando”, agrega.
Por otra parte, la vida más allá del deporte también aporta lo suyo, y en ese sentido, González confiesa otro factor sustancial: la familia. “Es muy importante para mí la parte afectiva, que mi mujer y mi hija viajen conmigo. Si me voy más de dos semanas solo, me cuesta mucho”, argumenta.
“Si me voy por ejemplo cuatro semanas, a la mitad ya extraño; no quiere decir que juegue mal, pero pienso en ellas, y la última semana es como que si pierdo no importa. Intento viajar mucho con ellas y a ellas también les gusta. Disfrutamos muchos los viajes. De chico no podía pasear o conocer ciudades, ahora con el dobles lo puedo hacer porque tengo más tiempo. Eso hace que yo lo disfrute y que a esta edad lo haga. Sino no estaría jugando”, concluye.
Los entrenamientos del equipo argentino de Copa Davis fueron intensos este martes. La primavera empieza a dar sus primeras señales en el BALTC. “Machi” González estrenará su condición de Top 10 justo ante su gente. Para él hay una simbología especial en ser el 10, “por el fútbol, Diego Maradona, Lionel Messi”. El “pibe de 40” es el diez del mundo. Está en su mejor momento.
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