24 de agosto 2005 - 00:00
Más allá de una lectura de Vico
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La irónica parábola de Diógenes Laercio ridiculizando a Tales de Mileto que, sumido en sus meditaciones, cae a un pozo, tiene pese a su fama innumerables casos que la contradicen. Nicolai Hartmann escribiendo su Estética bajo la lluvia de las bombas aliadas, ejemplifica cómo el filósofo es capaz de cumplir con su tarea aun dentro de un pozo.
«Domesticar a los gigantes» es el sugerente título que el autor ha elegido para su tratado sobre la filosofía política de Vico. Sospechamos que su trabajo esconde también una valiosa meditación sobre la crisis civil de su propio país, al que parecen aludir algunas sentencias: «cuando las conciencias se vuelven inciertas respecto de la legitimidad de las instituciones, las instituciones se vuelven ineficaces para gobernar a los hombres y los hombres se vuelven incapaces para gobernar sus pasiones».
Aunque nuestro filósofo no hace referencia alguna a su patria o a la influencia de Vico sobre sus padres fundadores, puede hacerse una digresión. En los orígenes mismos de nuestra nacionalidad, la Scienza Nuova, traducida al francés por Michelet, fue una de las lecturas claves de Alberdi, López y Mitre, entre otros.
Domingo Faustino Sarmiento, basándose en Vico, interpretó a su infantil nación bajo la fórmula «civilización y barbarie». El prócer entendió que los pueblos se gobiernan de manera mitológica y no racionalmente; por lo que toda la obra sarmientina fue dedicada a la creación de una mitología fundacional; desvirtuada primero por la generación del ochenta, y finalmente destrozada por la mitología de carácter populista, aún reinante.
En definitiva, el libro comentado puede no sólo servir de introducción al creador de la filosofía de la historia, si no también alentar una reflexión más amplia sobre la génesis y dramático desarrollo de nuestra patria; mal que le pese, al buen Diógenes Laercio.
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