Nuevas lluvias marcarán fin de sequía para campos argentinos

La falta de agua y los períodos de elevadas temperaturas desde el inicio del verano austral provocaron importantes pérdidas en los dos principales cultivos de Argentina.

 Los problemas climáticos afectan regiones clave en plena campaña de granos gruesos como maíz y soja.

 Los problemas climáticos afectan regiones clave en plena campaña de granos gruesos como maíz y soja.

Abundantes lluvias continuarán regando en los próximos días el núcleo agrícola de Argentina, donde una sequía golpeó este año a la soja y el maíz, dijo el miércoles un meteorólogo, que advirtió que hay riesgos de excesos de agua que también podrían generar problemas.

La falta de agua y los períodos de elevadas temperaturas desde el inicio del verano austral provocaron importantes pérdidas en los dos principales cultivos de Argentina, que es el mayor exportador mundial de derivados de la soja y el segundo de maíz.

La sequía llevó a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a reducir en 5 millones de toneladas su previsión para la soja 21/22, a 40,5 millones, y en 8 millones la del maíz, a 48 millones.

Sin embargo, las lluvias de las últimas semanas sumadas a un nuevo pronóstico de copiosas precipitaciones entre el viernes y el domingo son parte de una tendencia a la "normalización" del clima, señaló el especialista, que advirtió sobre la posible paradoja de excesos hídricos en la actual campaña.

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"Son lluvias muy importantes las que vienen entre el viernes y el domingo, sobre todo en el centro de Santa Fe, Entre Ríos, el este de Córdoba. Pueden ser lluvias de 80-90 milímetros generalizadas", dijo a Reuters Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).

Las nuevas lluvias, sumadas a los niveles de entre entre 40 y 50 milímetros registrados durante el último fin de semana en la región pampeana, pondrían finalmente un límite a las pérdidas causadas por sequía a la soja y beneficiaría a los lotes de maíz sembrados de forma tardía, señaló Heinzenknecht.

En el núcleo agrícola "lo normal del mes de marzo son 120, 130 milímetros, o sea que en el resto de marzo sumar 30, 40 milímetros va a ser fácil" para llegar al nivel promedio de precipitaciones, explicó el experto, quien añadió que los agricultores "lo único que quieren ahora es no tener excesos para poder cosechar".

La recolección de la soja comienza a fines de marzo y el cultivo es susceptible a la excesiva humedad en los campos. En cambio, el maíz tolera mejor el exceso de agua.

"Son buenas estas precipitaciones, es una buena señal, pero ojalá la segunda quincena de marzo venga con un poco más de sol. Para cosechar va a hacer falta eso", dijo Heinzenknecht, que agregó que la recuperación de la humedad en el suelo es positiva para la campaña de trigo del ciclo 2022/23, que comenzará en mayo.

Argentina es un exportador líder de trigo y en el ciclo 2021/22 produjo un récord de 22,1 millones de toneladas, de acuerdo con la Bolsa de Rosario.

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