Lucas González: este jueves empieza el juicio contra los 14 policías acusados de su asesinato

Este jueves en los tribunales de Comodoro Py comenzará el juicio contra los catorce policías involucrados en el homicidio de Lucas González, ex jugador de Barracas Central y asesinado cuando volvía de entrenar por disparos de policías encubiertos.

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Este jueves empezará el proceso judicial que procesará a catorce efectivos policiales acusados por el crimen de Lucas González, jugador de Barracas Central, en noviembre de 2021.

El juicio se desarrollará durante once audiencias en los tribunales de Comodoro Py y la acusación estará a cargo del fiscal Guillermo Pérez de la Fuente y la querella representada por el abogado Gregorio Dalbón.

El asesinato de Lucas González: ¿Cómo fue el hecho?

El homicidio fue el 17 de noviembre de 2021 cuando Lucas González salió de entrenar con tres amigos de su club y se cruzaron con un auto con tres personas vestidas como civiles adentro. Sin embargo, se trataba de tres policías que se bajaron con armas en mano y comenzaron a disparar.

Los chicos, entonces de 17 años, creían que eran ladrones y así se lo hicieron saber primero a sus familias a quienes llamaron desde el lugar y luego a la Justicia. Tras los impactos - un vecino reportó que fueron por lo menos ocho- Lucas que iba en el asiento del acompañante, recibió algunos disparos, uno fue en su cabeza, le provocó graves heridas y falleció al día siguiente.

Los policías que iban en ese auto eran Gabriel Isasi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva. Los tres iban en un vehículo de civil haciendo tareas de inteligencia sobre la calle Luna por supuestas actividades vinculadas al tráfico de drogas.

Según su versión, cuando vieron a cuatro jóvenes en un vehículo, creyeron que estaba vinculado al comercio de drogas y supusieron que también estaban armados. Por eso, luego de perseguirlos de incógnito durante unos 200 metros, les cruzaron el coche.

Declararon ante la Justicia que se identificaron como policías, gritaron dando la voz de alto y que el vehículo en el que estaban los cuatro chicos detuvo su marcha incluso que les tiró el auto encima, por lo que dispararon.

Al declarar en la causa, los chicos aseguran que nunca escucharon una sirena, que tampoco les dieron la voz de alto y que jamás los tres policías se identificaron como tales. Luego de los disparos, Lucas quedó en el interior del vehículo desvanecido en tanto que dos de sus amigos fueron detenidos, y un tercero logró escapar.

La investigación dio por sentado que esa réplica fue "plantada" por los policías para simular que dispararon ante una situación de peligro que afrontaban, y ante un posible enfrentamiento armado.

Luego de esto, surgió la sospecha de que los oficiales habían "plantado" el arma en el coche en el que iba Lucas y que mintieron a la Justicia sobre cómo habían sucedido los hechos y hasta torturaron a los jóvenes, amigos de la víctima, una vez que fueron detenidos.

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