Papa "sigue mejorando" pero debe estar hospitalizado

Juan Pablo II continuará ingresado "por precaución" en el Policlínico Gemelli, de Roma, durante algunos días más, aunque evoluciona favorablemente y prueba de ello es que no tiene fiebre y lee los diarios "para seguir -según afirmó- la evolución de mi enfermedad".

“ontinúan mejorando las condiciones generales del Santo Padre, que no tiene ya fiebre, se alimenta regularmente y ha transcurrido algunas horas sentado en un sillón. Por evidentes motivos prudenciales le ha sido aconsejado que prolongue su permanencia en el Policlínico Gemelli durante algunos días más", afirmó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls.

Navarro, que acudió hoy al "Gemeli", como todos los días tras la hospitalización del Papa, señaló que el próximo parte médico será emitido el próximo jueves, 10 de febrero.

El parte de hoy se conoció un día después de que el Pontífice apareciera por primera vez tras la hospitalización en la ventana de su habitación para bendecir a los fieles tras el rezo del Angelus.

No tenía mal aspecto, pero se le notó fuertemente cansado, con la voz muy ronca y apenas perceptible.

El hecho de que apareciera e impartiera la bendición es la prueba, según fuentes vaticanas, de que la recuperación va por buen camino.

En ese contexto, Navarro Valls informó hoy que Juan Pablo II además de sentarse ya en un sillón también ojea los periódicos.

"El Papa da una ojeda a los diarios 'para seguir -dice- la evolución de mi enfermedad'", manifestó Navarro.

Esta no la primera vez que Juan Pablo II hace ese comentario, ya en otras ocasiones cuando le preguntaron como estaba de salud contestaba, con tono distendido e irónico: "leo los diarios para saber como estoy".

El Obispo de Roma también concelebra todos los días misa en la habitación que ocupa en el Gemelli y en el rito, según precisó el portavoz, participan además de su secretario privado, el arzobispo Estanislao Dziwisz, el personal médico y enfermeros que le cuidan.

Al Gemelli, el hospital que el Papa considera su "tercera casa", tras el Vaticano y Castel Gandolfo, por las veces que ya lo ha pisado, siguen llegando numerosas cartas y mensajes deseando al Papa una rápida recuperación.

En esas cartas, según Navarro, muchas personas le cuentan sus sufrimientos. Juan Pablo II reza por ellos. Una de esas personas en la madre de un niño que padece cáncer y se encuentra ingresado en el "Gemelli", en oncología de pediatría, a pocos metros del apartamento que ocupa Juan Pablo II.

La madre ha mandado al Papa incluso una foto del pequeño y le ha pedido que rece por él, lo que Juan Pablo II está haciendo.

A la espera de conocer cuando será dado de alta, lo que sí se sabe ya es que Juan Pablo II no celebrará el próximo miércoles, Miércoles de Ceniza, como estaba previsto antes de la hospitalización, la imposición de la ceniza en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Es la primera vez en sus 26 años de pontificado que Juan Pablo II renuncia a ese rito.

El, presumiblemente, recibirá la imposición de la ceniza en el lecho del "Gemelli".

La ceremonia vaticana será presidida en su nombre por el cardenal Francis Stafford, Penitenciario de la Iglesia de Roma.

Por la tarde, la tradicional procesión del comienzo de la Cuaresma que todos los años se celebra en la basílica de Santa Sabina, en la colina romana del Aventino, la presidirá el cardenal Jozef Tomko.

El Obispo de Roma fue trasladado al "Gemelli" en la noche del martes 1 de febrero con problemas respiratorios por una laringotraqueítis aguda, asociada a la gripe que contrajo a finales de enero.

En estos días se especuló sobre si su salud le impide gobernar la Iglesia.

Ayer, durante el rezo del Angelus, leído en su nombre por el Sustituto de la Secretaria de Estado ("número tres" del Vaticano", el arzobispo argentino Leonardo Sandri, Juan Pablo II sacó de dudas, afirmando que incluso en medio de los enfermos "sigo sirviendo a la Iglesia y a la humanidad entera".

Además de seguir gobernando la Barca de Pedro, en su mensaje también reiteró de forma indirecta su intención de seguir al frente de la Iglesia hasta el final de sus días.