20 de octubre 2025 - 15:39

Un recorrido por la obra impar de Carlos Gorriarena

En el Museo Nacional de Bellas Artes, con curaduría de Gabriela Naso, la retrospectiva del artista fallecido en 2007 permite observar su pintura desbordante, de colorido violento

Carlos Gorriarena,Papeles. 1978. Acrílico sobre tela

Carlos Gorriarena,"Papeles". 1978. Acrílico sobre tela

Aunque se haya escrito en varias oportunidades sobre Carlos Gorriarena, y aunque se esté familiarizado con su obra, ¿cómo se sale hoy de una muestra de este gran artista nacido en Buenos Aires en 1925 y fallecido en La Paloma, Uruguay, en 2007?

Se lleva una vez más en la retina su pintura desbordante, de violento colorido, de figuras que avanzan sobre el espectador y aunque no estaba de acuerdo, no hay otra manera de clasificarlo sino como expresionista.

Según el crítico brasileño Agnaldo Farías, “Gorri”, así se lo llamaba, trata la violencia modulándola a través de colores abiertos y contrastados, en gestos muy intensos que tanto definen cuanto borran a las personas, los muebles, arquitecturas y paisajes. Imágenes inconexas, composiciones astutamente toscas, todas ellas, emanando vida, la perturbadora vida de todos los días, connivencia con el crimen, el comercio de la sensualidad, de la franca fusión de los cuerpos con la naturaleza”.

Un año antes de su fallecimiento vimos a un Gorriarena que no renunciaba a su pasión pictórica pero se había vuelto más introspectivo, sin denuncias para desnudar al poder, sin su mordacidad habitual, ¿se había acallado?, ¿una premonición?

Estaba viviendo una etapa más feliz, se había dejado llevar por cierta melancolía, por una sabiduría propia del que ha visto y vivido mucho.

La muestra que se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes bajo la curaduría de Gabriela Naso, es un recorrido que compendia el brutal aspecto cromático que golpea, la tensión de una figuración desbordante, de gran crudeza, la audacia que no conoce de concesiones, una crítica a la realidad, un testimonio violento, conflictivo, sarcástico, un pionero del arte político en el que satiriza al poder, a la corrupción de una sociedad violenta y complaciente, un enemigo de los mundillos culturosos, un artista que siempre dispara sobre el contemplador para sacudirlo del letargo.

Muchos críticos e historiadores de arte se ocuparon de su obra, entre ellos Diana Wechsler y María Teresa Constantín , autoras del libro “La pintura, un espacio vital”, publicado por Mundo Nuevo en 2005, un panorama muy completo de su trayectoria profusamente ilustrado en el que también figura el Gran Premio de Honor del LXXV Salón Nacional de Artes Visuales “Pin- Pan – Punk”, famoso y controvertido cuadro de 1986, “tres jóvenes seguidores de la moda , no modernos, en los que el gancho punk convive alegremente con la esvástica, una muestra más del todo vale, sin pensamiento crítico”.

Entre las plumas destacadas de la crítica y la literatura: Miguel Briante, Santiago Kovadloff, Fabián Leblenglik, Raúl Santana, Mercedes Casanegra, Robert Morgan, Elena Oliveras, Rosa María Ravera, Ed Shaw, Jorge Taverna Irigoyen, por sólo nombrar algunos de una larga lista que encontraron en su obra fuente de inspiración para decir sus verdades.

Al salir de la exposición también se lleva el recuerdo de un gran artista, una gran reflexión, de un pensamiento consecuente con su postura política, de una realidad que lo atravesó dolorosamente y como señaló también Elba Pérez,” él respondía con colores chirriantes y rabia sin contención”.

Clausura en Enero.

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