Una joven que presenció el recital en el teatro Bataclan, donde un grupo de terroristas abrió fuego contra los asistentes y causó la muerte de 82 personas, se quedó inmóvil simulando estar muerta para preservar su vida.
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"Fui increíblemente afortunada de sobrevivir, pero muchos no tuvieron tanta suerte", indicó. A través de su cuenta de Facebook, Isobel Bowdery, una de los asistentes al concierto de Eagles of Death Metal en el Bataclan, contó sus lamentables vivencias en medio del dolor y el medio durante el ataque terrorista.
La estudiante sudafricana de 22 años, admitió el inesperado e inimaginable horror que vivió durante el ataque en la sala de conciertos Bataclan. "Cuando los hombres entraron por la entrada principal y comenzaron a disparar, creímos ingenuamente que era parte del espectáculo", escribió en su perfil de Facebook.
"No fue sólo un ataque terrorista, fue una masacre. Decenas de personas fueron asesinadas justo delante de mí. El suelo se llenó de charcos de sangre. En la sala se oían los gritos de hombres adultos que tenían los cadáveres de sus novias en las manos", detalló la mujer.
"Yo estaba conmocionada y sola, me hice la muerta durante más de una hora, tendida entre las personas que veían a sus seres queridos inmóviles. Contuve la respiración, traté de no moverme, de no llorar, de no mostrar a aquellos hombres el miedo que deseaban ver. Fui increíblemente afortunada de sobrevivir. Pero muchos no tuvieron tanta suerte", reconoció.
"Ser sobreviviente de este horror me permite ser capaz de arrojar luz sobre los héroes. Para el hombre que me tranquilizó y puso su vida en riesgo para tratar de cubrir mi cerebro mientras yo gemía, a la pareja cuyas última palabras de amor me mantuvieron creyendo el bien en el mundo, a la Policía que realizó el rescate de cientos de personas, a los desconocidos que me recogieron en la ruta y me consolaron durante 45 minutos porque creía que el chico que amaba estaba muerto, al hombre herido que yo había confundido con él y luego de reconocer que él no era Amaury me agarró y me dijo que todo iba a estar bien a pesar de estar sólo y asustado, a la mujer que abrió sus puertas a los sobrevivientes, a la amiga que me ofreció refugio y me fue a comprar ropa nueva, así no tenía que llevar esta ropa con sangre manchada. A todos ustedes que han enviado mensajes de apoyo, ustedes me hacen creer que este mundo tiene el potencial para ser mejor. Nunca hay que dejar que esto suceda de nuevo", finalizó.
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