9 de noviembre 2021 - 00:00

Más recelo por el cierre de la oferta de gas desde Moscú

Moscú - Rusia no da señales que comenzar a bombear más gas a Europa, como ordenó su presidente Vladímir Putin, lo que aumenta la preocupación por la escasez de oferta, los altos precios y la dependencia energética respecto de Moscú a medida que se acerca el invierno boreal.

En un reflejo de esa inquietud, el contrato de futuros de gas para diciembre TTF holandés – índice de referencia para Europa– subió ayer casi 10% antes de estabilizarse.

Rusia proporciona un tercio del gas que consume Europa y sus decisiones son críticas porque el alza de los precios del combustible al contado impacta tanto en los hogares como en las empresas.

Con la producción y las exportaciones de Gazprom cerca de niveles récord, y su almacenamiento europeo en aproximadamente un tercio respecto de los volúmenes de hace un año, algunos políticos europeos dicen que Rusia podría hacer más por reducir los precios y las facturas de los consumidores. Les preocupa que Moscú esté usando la situación con fines políticos y acusan a Rusia de manipular el mercado para hacer disparar los precios. Rusia niega las acusaciones.

Explicación

El Kremlin ha dicho que Rusia está comprometida con enviar más gas a Europa una vez que reponga su almacenamiento doméstico, en línea con la orden emitida por Putin a la compañía estatal de energía Gazprom, que dijo que los despachos se iban a realizar ayer. Pero la empresa no reservó nueva capacidad en un gasoducto de tránsito a través de Ucrania y los flujos del gasoducto Yamal-Europa hacia Alemania desde Polonia estaban en cero ayer.

Rusia ha negado que esté reteniendo gas como una forma de ejercer presión sobre los reguladores alemanes para que aprueben las exportaciones a través del nuevo gasoducto Nord Stream 2, que pasa por debajo del Mar Báltico. Alemania tiene hasta principios de enero para realizar la certificación.

El aumento de los precios mundiales del gas se debe a factores que incluyen los bajos inventarios de gas y el incremento de la demanda debido a la recuperación económica tras el confinamiento por el covid-19, así como a la escasez de suministros procedentes de Rusia.

En Reino Unido, muchas empresas de energía, que a menudo suministran gas y electricidad a hogares y empresas, han tenido problemas y algunas han quebrado. Los consumidores enfrentan facturas de energía mucho más altas y el impacto en las empresas ha sido de gran alcance.

Agencia Reuters

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