Miles se sumergen cada día en el universo de las criptomonedas, pero solo unos pocos logran lo que este adolescente de 15 años consiguió en minutos. En medio del frenesí, millones observaron cómo el valor de su moneda escalaba y desataba un caos digital sin precedentes.
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Él mismo la creó: un adolescente ganó US$50.000 por vender su propia criptomoneda
Con solo 15 años y una laptop, impactó a millones y desató un terremoto en el mundo de las criptomonedas con una jugada tan veloz como polémica.
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El creador de Gen Z Quant, un joven de 15 años, ganó US$50.000 en minutos con una criptomoneda que encendió la polémica en redes.
El adolescente creó su propia memecoin, la lanzó en vivo y se retiró con el botín antes de que la burbuja explotara. Aunque la jugada fue legal, los traders reaccionaron con furia. La polémica no tardó en estallar.
La historia de la Gen Z Quant y cuánto llegó a recaudar
Todo comenzó el 19 de noviembre, cuando el joven publicó Gen Z Quant, una memecoin sin utilidad real pero con gran potencial especulativo. Con solo 350 dólares puso en circulación mil millones de tokens y se quedó con el 5% del total.
A través de la plataforma Pump.Fun, transmitió en vivo el lanzamiento. En pocos minutos, cientos de curiosos compraron sus tokens, disparando su valor hasta casi 30.000 dólares. El adolescente vendió todo en una maniobra que se conoce como "soft rug pull".
Lejos de detenerse, repitió la fórmula con otras dos monedas más, llamadas "im sorry" y "my dog lucy". Su recaudación final superó los US$50.000, generando reacciones que fueron desde la envidia hasta el acoso.
El furor llegó al punto de que su identidad y la de su familia se hicieron públicas. A pesar de todo, muchos usuarios siguieron comprando la moneda, elevando su valor teórico a decenas de millones de dólares.
La aterradora reacción de los traders de criptomonedas
En los chats de Pump.Fun aparecieron insultos, amenazas y filtraciones de información personal. El joven y su familia decidieron cerrar redes y desaparecer del radar por unos días.
La comunidad cripto dividió opiniones. Algunos celebraron su habilidad y otros lo tildaron de estafador. Las reglas del juego, poco claras, alimentaron el debate sobre los límites éticos del mercado digital.
Días más tarde, el adolescente regresó a la plataforma y lanzó cinco nuevas monedas. Ganó otros US$5.000. Para él, el mundo de las criptomonedas es como un casino digital: rápido, riesgoso y brutal.
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