La edición de este año de Roland Garros no será una más. Cuando el 9 de junio concluya la ceremonia de premiación de los campeones, la Federación Francesa de Tenis comenzará los trabajos contrarreloj para darle la bienvenida, sólo siete semanas después, a la máxima cita deportiva: los Juegos Olímpicos París 2024.
La carrera a los Juegos Olímpicos, la otra ilusión del Argentina Open
A menos de seis meses de la gran cita deportiva, los tenistas nacionales confían en llegar a París 2024. Los detalles de la clasificación y quiénes son los candidatos.
-
A 12 años: ¿cuál fue la mejor carrera del siglo de Fórmula 1?
-
La rompió en la liga de Estados Unidos, llegó a su selección y dejó todo para ser activista LGBT
El juego de las raquetas tuvo idas y vueltas con el olimpismo. Ausente oficialmente durante décadas, regresó en Seúl 1988, cuando Gabriela Sabatini obtuvo la medalla de plata tras perder en la final ante Steffi Graf. La trascendencia de esta disciplina cambió en Atenas 2004 cuando empezó a otorgar puntos para los rankings de la ATP y WTA, ingrediente que se eliminó en 2015 cuando el estadounidense David Haggerty fue elegido presidente de la ITF.
Argentina siempre tiene la expectativa de cumplir con el sueño dorado en los Juegos Olímpicos. En total, nuestro país obtuvo cinco medallas en tenis: Juan Martín del Potro (plata en Río 2016 y bronce en Londres 2012); el segundo lugar obtenido por Sabatini; Christian Miniussi y Javier Frana (bronce en dobles de Barcelona 1992) y Paola Suárez y Patricia Tarabini (bronce en Atenas 2004).
El sistema de clasificación olímpica resulta complejo de desmenuzar, pero no dista tanto de un torneo normal del circuito. El cuadro principal consta de 64 jugadores, de los cuales 56 entran directo por ranking (conforme sucedan bajas, se moverá el último lugar), una invitación directa para un tenista local, otra cuyo nombre es “plaza universal” y que responde a un apellido de renombre que no pudo acceder (por caso, Del Potro en Río 2016), y seis plazas de la ITF con criterio continental. Esa última opción es la que posee Facundo Díaz Acosta, campeón panamericano en Santiago de Chile 2023.
La variable respecto a cualquier cita semanal del tour es el límite de participantes por país: cada federación nacional puede presentar hasta seis tenistas, con un tope de cuatro singlistas y dos parejas, es decir, dos, tres o cuatro doblistas. Las duplas pueden estar conformadas también por deportistas individuales; habrá sólo una mixta, que surgirá de los atletas clasificados.
Los apellidos elegibles con plazas directas quedarán confirmados el 12 de junio en base al ranking publicado dos días antes, tras las finales de Roland Garros. Una semana después, a las 23.59 (hora de Londres) del 19 de junio cada asociación y comité nacional deberá confirmar quiénes serán los representantes en los cinco eventos olímpicos, es decir los singles, los dobles y el doble mixtos.
Así las cosas, y al borde de la finalización del Argentina Open, los tenistas nacionales que estarían en condición de entrar directo a París por ranking son Francisco Cerúndolo (22°), Tomás Etcheverry (27° y que este sábado se confirmó que el viernes por la noche en su derrota ante Nicolás Jarry sufrió un desgarro en el cuádriceps derecho) y Sebastián Báez (30°). Pedro Cachín figura 74, por lo que debería esperar la evolución del escalafón, mientras que Díaz Acosta, por ahora 87 del planeta, tiene la plaza americana y debería ser validado por la AAT.
En el caso del doble, Horacio Zeballos (11°), Máximo González y Andrés Molteni (comparten el puesto 13 ya que son pareja habitual) son quienes estarían en condiciones de disputar los Juegos Olímpicos. De no mediar lesiones o bajas personales, en esta prueba deberá intervenir el capitán para definir cómo se conforman las dos duplas.
Sobre este aspecto, según pudo saber Ámbito, todo se encamina para que Guillermo Coria y Mercedes Paz, capitanes de Copa Davis y Copa Billie Jean King respectivamente, serán los líderes de los equipos masculino y femenino.
La exigencia de la ITF es que quienes participen de la cita olímpica hayan participado –o estado disponibles para ser convocados- de alguna serie de la Davis en los dos años previos a los Juegos. La duda de Zeballos es si cumple con este requisito que, en caso de ser negativo y de acuerdo a lo informado por la AAT, puede ser apelado.
“Me encantaría estar. Obviamente está el hecho de que solamente van a ir dos, y no sé cómo quedé parado después de no haber estado en la Copa Davis. Yo en esta última (NdR.: ante Kazajstán, en Rosario, con triunfo 3-2 del equipo nacional) no pude estar por una lesión que sufrí. La última serie que yo jugué fue en octubre del 2022. Un juego olímpico es único para todas las deportistas”, comentó quien perdió en primera ronda del cuadro de dobles en Tokio 2020, su única participación olímpica.
Cerúndolo es el único de los singlistas con experiencia en los Juegos, también en la capital japonesa (eliminado en el debut). “Sin dudas, si el ranking me lo permite, estaré ahí. Es algo muy lindo, sucede cada cuatro años. Sueño con darle alguna medalla al país. A parte es en Roland Garros y eso siempre nos motiva un poco y nos da más expectativas”, analizó el número 1 argentino para Ámbito.
“Para cualquier deportista es lo más especial. Tengo el sueño desde chico de poder hacerlo. Ojalá que se me dé, tengo que seguir trabajando duro y ver en estos meses. Hay que estar listos”, apuntó Etcheverry antes de su lesión. Además, agregó que tiene algunas nociones sobre la Villa Olímpica y aspira a compartir tiempo con los mejores atletas y vivir la ceremonia.
Báez y Díaz Acosta tienen la particularidad de haber participado en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. Mientras que ambos lograron la medalla de oro en doble, el reciente finalista del Argentina Open obtuvo el segundo lugar en singles.
“Faltan varios meses para que se cierre la lista. Tengo una mini experiencia por los de la Juventud. Uno de mis sueños desde chiquito es poder estar en un Juego Olímpico. No creo que haya algo parecido para imaginar; cuando lo viví acá, eran todas cosas tan nuevas que me imagino lo que puede ser en una Villa Olímpica profesional”, se ilusionó Báez.
Por su parte, “Facu” asumió que a pesar de tener la clasificación en la mano por el título panamericano, su futuro dependerá del ranking, que evolucionará sensiblemente tras llegar a la final del ATP de Buenos Aires: desde el puesto 87 avanzará al menos al 69, por lo que quedará como el cuarto exponente albiceleste.
Su ambición es clara: “Fui a los Odesur 2022 (en Asunción) pensando que era una pre qualy para los Juegos Olímpicos, asique imaginate. Si está la chance, ahí voy a estar. Tengo que mejorar el ranking y estar dentro de los cuatro argentinos. Tengo que hacerlo bien en los torneos ATP y después se verá, pero los tengo en la cabeza y sería un sueño”.
Todos los exponentes coinciden en que todavía la brecha de tiempo es amplia y los resultados pueden asegurar o condenar. No obstante, aunque el torneo olímpico no aportará puntos, el prestigio también vale y la experiencia será inigualable. La posibilidad de medalla, en un recinto tan especial para el tenis argentino como lo es Roland Garros, vale su peso en oro.
Dejá tu comentario