Oportunidades. Palabra clave para la carrera de un tenista, tanto por lo deportivo como por lo económico. Ascender en el circuito y lograr la evolución deseada se ve seriamente amenazado sin un sistema que lo acompañe. A lo largo de la semana de competencia en el Challenger de Buenos Aires se escuchó en reiteradas ocasiones la importancia de tener competencia en el país.
Más oportunidades en el tenis, la madre de todas las batallas
A lo largo del Challenger de Buenos Aires, varios jugadores insistieron en la importancia de tener un sistema competitivo en el país. Menos viajes y mayor eficiencia económica, las claves.
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Este año se disputaron seis torneos challengers en el país, incluido el de Buenos Aires que acaba de ganar Juan Manuel Cerúndolo. Todos fueron ganados por jugadores argentinos, lo que representa no sólo una buena cantidad de puntos para el ranking sino también un soporte monetario con un menor costo de viajes y hospedajes.
El tenis argentino tendrá, al final de 2022, seis ATP Challengers y un WTA 125 (el Argentina Open, que comenzará el 15 de noviembre). En cuanto al ITF Tour, serán seis certámenes femeninos y cinco masculinos. Los números muestran la lejanía con las estructuras de otras potencias, que sustentan la competencia con los ingresos de torneos como los Grand Slams o ATP/WTA 1000.
Los tenistas europeos, se sabe, tienen la ventaja de terminar de competir y volver a su hogar debido a las cortas distancias. No sólo por la cercanía de los países, sino también porque muchos de ellos diseñaron un esquema favorable a los jugadores con decenas de torneos en el mismo territorio. Por caso, España o Italia apostaron a nutrir el calendario local.
Argentina tiene dos factores de suma importancia en su contra. En primer lugar, la lejanía respecto a los puntos neurálgicos del tenis global. Por otra parte, los vaivenes económicos conspiran contra cualquier carrera. Entonces, muchos jugadores tienen que planificar giras prolongadas para aprovechar el ritmo y compensar algunos gastos.
La gira sudamericana de challengers se vio revitalizada con la creación de la Legión Sudamericana, un circuito en todo el continente que incluye una treintena de torneos de ese Tour y también del de ITF. Fue fundada por el extenista Horacio de la Peña y tiene el apoyo financiero de una marca de productos de belleza. En los distintos países, las asociaciones acompañan con la presencia y las formalidades que piden las entidades que rigen los circuitos, como la confirmación de las fechas.
Un caso esclarecedor es el del bonaerense Mariano Navone. La mayoría de los campeonatos en los que intervino este año fueron en Argentina, aunque también emprendió giras por Europa. Jugó tres finales a nivel Challenger y sumó otra semifinal: los cuatro fueron torneos en el país. Arrancó el año en el puesto 561 del ranking y ahora está 265.
Parte de la explicación del cambio que ATP implementará en el Challenger Tour a partir de 2023 responde a estos históricos planteos de los jugadores. Mayor cantidad de torneos con mejores premios monetarios cambian la ecuación por completo.
"Últimamente la ATP está haciendo un buen trabajo. Estoy presente en las charlas en los torneos y en reuniones con ITF y la dirección en la que están avanzando es bastante buena. A futuro pienso que va a estar muy bueno", apunta en diálogo con Ámbito Juan Pablo Paz, tenista y miembro del Panel de Jugadores de la ITF y reciente fundador de la Tennis PLayer Agency, una agencia destinada a ayudar a los deportistas.
Se suele poner el foco en el entramado de las mafias de las apuestas, que recurren a jugadores necesitados de dinero para arreglar partidos. ¿Cuántas de estas situaciones cambiarían si existiera un equilibrio financiero en el tenis mundial?
En ese sentido, muchas veces los atletas terminan condenados por un sistema desequilibrado. Para Paz, "durante muchos años se cuidó más el negocio que a los jugadores. Pero los jugadores nos hicimos más conscientes del rol que cumplimos y está empezando a cambiar todo".
La premisa es clara: cuanto más expandida esté la estructura local, mejor será la situación de los jugadores argentinos para salir a competir al exterior. Aun así, con problemas y retrasos, el tenis nacional continúa con una formidable producción de talentos.
Apuntar a la excelencia es la mejor forma de llegar a ella. Cada uno con sus recursos, tiempos y contextos. Tal vez sea imposible emular los sistemas de gigantes como EEUU e Italia, pero allí radican fuentes de inspiración. Aunque en la mayoría de los países es difícil vivir del tenis y llegar a la elite, es necesario que la base sea sólida y confiable.
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