Nueva York (EFE) - Una familia de exiliados cubanos organizó ayer una protesta ante la sede de Sotheby's para exigir la devolución de una valiosa obra de arte que habría sido vendida a un diplomático español y luego subastada por esta firma. El asunto ha suscitado mucho interés en la comunidad cubana, que estableció un paralelismo con las obras expoliadasa los judíos por la Alemania-nazi, aunque reconoció que el caso de obras cubanas ha tenido mucho menos atención del público.
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La obra, titulada «La Hamaca» y pintada por el cubano Mariano Rodríguez, formaba parte de una colección de 48 cuadros y esculturas que perteneció al arquitecto y profesor universitario cubano Manuel de la Torre. La familia de la Torre, que reside en el estado de Nueva York, supo que la obra se encontraba en Estados Unidos cuando la pieza apareció en el catálogo de una subasta de arte latinoamericano de Sotheby's en 2001, con una estimación que oscilaba entre 150.000 y 200.000 dólares.
Desde entonces, Manuel de la Torre, fallecido el pasado mes de marzo a los 87 años, y su familia han intentado recuperar el cuadro, según dijo el hijo del arquitecto, que lleva el mismo nombre. A la protesta de ayer, organizada en víspera de la celebración de una nueva subasta de arte latinoamericano en Sotheby's, asistieron miembros de la familia de Manuel de la Torre, entre ellos su esposa, Silvia Hernández. Manuel de la Torre (hijo) explicó que su padre abandonó Cuba en 1960 y unos meses después -cuando él tenía tan solo un año- le siguieron su esposa e hijos. Su madre repartió entonces las posesiones entre la familia y el cuadro quedó con una hermana que con el tiempo también partió al exilio. En 2001, la familia de la Torre vio un anuncio en un diario sobre la subasta de Sotheby's que incluía «La Hamaca», por lo que inmediatamente presentaron una demanda para detener la venta.
El catálogo incluso reconocía a Manuel de la Torre como uno de los propietarios del cuadro, que pasó a manos de un diplomático español que estuvo destinado en Cuba. Tras ser preguntada sobre el litigio, Sotheby's explicó en un comunicado que «La Hamaca» fue adquirida por el diplomático Jesús Navascués a principios de la década de 1960, quien lo conservó unos treinta años, y, tras el fallecimiento de éste, fue vendida por su hijo en una subasta celebrada en esta misma firma en 1997.
En 2001, la pieza iba a ser vendida nuevamente por el comprador, cuyo nombre no facilitó, y que Manuel de la Torre identificó como un «famosa banquera», Violy Mac-Ausland, a quien, según él, Sotheby's pagó un anticipo de 40.000 dólares. Sotheby's señala que, al conocer la demanda del antiguo propietario, retiró la obra de la venta y rescindió la transacción de 1997, al tiempo que añadió al nombre de Navascués a la demanda judicial. En 2004, un tribunal denegó la reclamación de propiedad de la pintura presentada por Manuel de la Torre por la «relativa incertidumbre» sobre los antecedentes, especialmente en período en el que éste abandonó Cuba. «Casos como este, que implican circunstancias trágicas, son extremadamente difíciles» ya que suelen enfrentar a unas partes inocentes contra otras, afirma el comunicado. «La familia Navascués ha mantenido categóricamente que su padre compró la pintura legalmente y de buena fe», agrega la nota en la que Sotheby's señala que, dadas las posiciones contrarias de las dos familias, la firma ha hecho numerosos esfuerzos para encontrar una solución equitativa, que «desafortunadamente no han sido exitosos», por lo que el asunto deberá resolverse por vía judicial. La muerte reciente de Manuel de la Torre ha complicado los trámites legales para su familia, según su hijo, quien señaló que necesitarán más tiempo y dinero para resolver el litigio.
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