Atril, público en las tribunas y teoría económica: Javier Milei volvió a encarnar su rol de divulgador económico ante representantes de todos los espacios legislativos. Ante la falta de detalle del Presupuesto, que ni siquiera los diputados de La Libertad Avanza contaban hasta el domingo, el discurso se respaldó en conceptos que el Presidente reitera para consolidar en la sociedad la noción del esfuerzo necesario (“a más profundo el cambio, mayor tiene que ser el esfuerzo"), proyectando un horizonte optimista de crecimiento (5%), baja inflación (18% anual, que sería la más baja desde el 2013) y dólar oficial en valores del blue ($1200) para el 2025.
El show de Javier Milei: celebración libertaria, reinterpretación de Cicerón y reacción de los diputados
El Presidente presentó el proyecto de Presupuesto 2025 y buscó alinear a los bloques con los que deberá consensuar los objetivos económicos.
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La puesta en escena -anticipada por ser el propio mandatario el que presentó el proyecto de ley, en el recinto del Congreso un domingo en el principal horario televisivo- estuvo acompañada por la llegada de representantes de la juventud libertaria, que llegaron en contingentes de etiqueta en trenes y taxis, para responder con aplausos las pausas con las que Javier Milei los correspondió para que le reconocieran los objetivos de gestión -uno de los puntos en que se lo achaca- que considera alcanzados: despidos de “31000 ñoquis”, “sanción de Boleta Única de Papel” y “cuatro meses sin cortes de calle”, entre otras exaltaciones.
Al llegar, Milei le estrechó la mano efusivo a José Luis Espert y omitió el saludo con Victoria Villarruel (a la que abrazó al finalizar); dispuso a los funcionarios económicos a su izquierda y a los ministros a su derecha (ausencias de Pettovello y Mondino); y reconvirtió una de las principales críticas propias y ajenas para aplicarla a uno de sus conceptos de campaña: “Vamos a poner un cepo al Estado ”. De forma inédita, se encargó de endulzar a los aliados legislativos ("agradezco mucho a los que me han acompañado") y se guardó un guiño para Cristian Ritondo, titular del bloque del PRO: le regaló las hojas de su discurso.
Además de ratificar el veto, el Presidente apuntó contra las alianzas opositoras que se acercan a los dos tercios, en una confrontación entre su liderazgo y el Poder Legislativo: "Cuanto más votos tiene un proyecto en el Congreso, peor es para la sociedad". Su discurso tuvo otra dos reinterpretaciones. La primera remite a una de las históricas consignas del sindicato ATE (“Fortalecer al Estado para liberar la Nación”) para reformularla en perspectiva libertaria: “Achicar al Estado para engrandecer a la sociedad”.
La segunda referencia fueron sus menciones a Marco Aurelio Cicerón, del que citó un discurso en el que habría dicho que "la deuda pública debe ser disminuida y la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada". La frase es vehementemente falsa, tanto por su conveniente contenido antiestatalista, por los estudios de universidades internacionales que no pudieron dar cuenta de su origen y por su anacronía: no existía la posibilidad de emitir deuda hace 2000 años y la dirigencia romana no se expresaba en términos de funcionarios.
Reacción de Diputados: confianza libertaria e interrogantes opositores
El discurso presidencial alcanzó mayor presencia legislativa de la esperada. Fueron unos 120 parlamentarios, entre los que se encontraban senadores libertarios y del PRO y representantes de todos los bloques mayoritarios de Diputados. Sorprendió la cuantiosa presencia de Unión por la Patria, que fue destino de las provocaciones del Presidente celebradas por su público. Germán Martínez, titular del bloque peronista, tuvo mención propia y fue el más inquieto de su bancada. Al finalizar el discurso, le mostró a los que se acercaban la tapa de un diario que señalaba que “El déficit cero ya es ley”. El título correspondía a julio del 2001.
También fue llamativa la presencia de Encuentro Federal, que había manifestado en la previa su falta de voluntad en asistir. No hubo participación de algunos de sus integrantes de la Comisión de Presupuesto, sin embargo estuvo Florencio Randazzo, cuyo principal momento de efusividad y aplausos fue cuando la tribuna libertaria cantó: “La casta tiene miedo”. Fueron los primeros en retirarse, sin dar declaraciones. Su asistencia y las de casi la totalidad de los diputados de Innovación Federal insinúan una voluntad de coincidencias de bloques fundamentales para la mayoría parlamentaria.
La presencia radical también fue importante, con Martín Tetaz transmitiendo todo el discurso en redes sociales y con asistencia perfecta de los cinco diputados que se reunieron con él la semana pasada en Casa Rosada. “Me pareció un discurso con mayor contenido político e innovador en su propuesta de justificar todo gasto”, le dijo a este medio Luis Picat, del grupo de los cinco. “Fue otro compilado de tweets”, consideró minutos después Danya Tavela, compañera de su partido, quien adelantó que si hay veto a la ley de financiamiento universitario insistirán con el proyecto: “No tenemos tanta esperanza, pero tiene que quedar más claro a la gente quién está a favor y quién no”.
Rodrigo de Loredo se dio un afectuoso abrazo con su coprovinciano Gabriel Bornoroni, presidente del bloque de La Libertad Avanza en Diputados. Sus sonrisas terminaron cuando se les preguntó por la posibilidad de una alianza electoral en Córdoba para el 2025. “Siempre estuvimos bien internamente, los supuestos problemas eran más chismerio de los periodistas”, le dijo Bornoroni a Ámbito, sensación compartida por Lilia Lemoine: “Estamos bien porque sabemos que el Presupuesto es el objetivo más importante del trimestre y todos vamos a ir tras esto”.
“La gente tiene que escuchar de nuevo el discurso y va a entender. Fue muy importante lo de hoy”, calificó Lemoine aunque, en conjunto con Bertie Benegas Lynch, admitió que no tenían la redacción del proyecto de Presupuesto 2025 pero aseguraron que lo tendrían en la semana. Después de explicar que “la foto actual no es buena, porque vinimos de una casa incendiada y ahora están los obreros construyendo”, Benegas Lynch interpretó el futuro de las alianzas: “Yo creo o que los radicales entendieron la cuestión económica o que son políticos tradicionales que ven que la ola está acá y especulan. Ojalá sea lo primero, como el radicalismo de Alem, que era de origen liberal”.
Con reinterpretaciones de una historia que quieren refundar y una probada habilidad para negociar con el humor social y las oposiciones moderadas, el Gobierno volverá a levantar la bandera del “blindaje fiscal” (en términos del Presidente) para institucionalizar -ahora sí- el ordenamiento económico del país. El trabajo en comisiones iniciará en las próximas semanas, con o sin Luis Caputo. Los diputados conocerán los detalles del Presupuesto en simultáneo a la ciudadanía: resta conocer si existe sintonía en su reacción.
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